Castillo prometió en su discurso inaugural un «cambio responsable», con respeto a la propiedad privada y a los avances logrados en los últimos años, y adelantó que habrá «un golpe de inversión pública» e hizo hincapié en las zonas rurales y más pobres.
El presidente afirmó que es «totalmente falso» que su Gobierno vaya a incurrir en expropiaciones o estatizaciones, como afirman sus adversarios, pero advirtió que habrá un sistema en el que «las grandes empresas no estafen al fisco» y en que el Estado asuma un rol fiscalizador en «la defensa del ambiente y los derechos de los consumidores».
«Un Gobierno del pueblo ha llegado para gobernar con el pueblo y por el pueblo. No los defraudaré», afirmó el mandatario en el discurso pronunciado ante el Congreso inmediatamente después de que jurara como presidente para el período 2021-2026.
«Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino, una persona que pertenece como muchos de los peruanos a los sectores oprimidos por tantos siglos y de un maestro rural para presidir la República», afirmó y agregó: «Yo soy el niño que un día estudió en la escuela rural 10465 de (el caserío de) Puña», agregó.