El río Paraná se mantiene estable en diferentes ciudades de Entre Ríos los últimos días, pero continúa lejos de sus niveles normales para julio, y muy por debajo de su nivel de aguas bajas y afectando la vida ambiental y social de ciudades a la vera del agua.
«Coincidimos con (el gobernador de Santa Fe, Omar) Perotti en que es algo histórico, y que cuando uno lo ve desde el aire es aún más preocupante», dijo el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y remarcó que «se han secado humedales y lagunas donde están los peces, principal eslabón de la cadena» ictícola.
Se tomarán «medidas integralmente para la provisión de aguas en las ciudades, pero también para el resguardo de la biodiversidad del río y para proteger las especies y la fauna ictícola», agregó.
El Instituto Nacional del Agua (INA) apuntó que julio será «especialmente crítico» y alertó que en Paraná podría llegar a -35 centímetros a mediados de agosto.
Además, indicó que la tendencia descendente «continuará predominando en los próximos tres meses» al menos, y espera impactos en «las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales».