La aeronave en la que viajaba Morales tuvo entonces que esquivar un proyectil para «evitar el impacto», según un piloto de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que formó parte de la tripulación del avión que sacó de Bolivia al expresidente Evo Morales en 2019.
El mismo reveló que durante la maniobra hubo un disparo de proyectiles presuntamente desde la base aérea de Chimoré, en Cochabamba. La información fue recogida por la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana y salió a la luz más de un año y medio después de que Morales tuviera que abandonar Bolivia tras su dimisión forzada por unas violentas protestas azuzadas por la oposición que lo acusó de fraude.
«Durante el ascenso inicial, el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando (…) una estela luminosa similar a la de un cohete (…) por debajo del horizonte», según el informe oficial, que agrega que el piloto estimó que, en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado «podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba».
El piloto mexicano agregó que desde que el avión aterrizó en Chimoré un «elemento de las Fuerzas Armadas bolivianas apuntó a la aeronave, de manera permanente, con un lanzacohetes», y relató: «efectuó un viraje ceñido hacia el lado contrario de la trayectoria del proyectil incrementando el régimen de ascenso para evitar el impacto, observando que la traza, muy por debajo de la aeronave, efectuaba una parábola hacia el terreno sin haber alcanzado la altura que en ese momento ya tenían, aproximadamente a 3.000 pies sobre el terreno».
El documento oficial incluye su apreciación de que el «posible cohete podría haber provenido del lanzador RPG que observó en el aeropuerto». También recalca que el incidente no fue comunicado a la tripulación para evitar un aumento de «la tensión de la misión diplomática que buscaba rescatar al exmandatario y darle asilo en México».