El adolescente de 17 años que golpeó y dejó en gravemente herido a un empleado de un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat se presentó ante la Justicia, que ya dispuso la intervención de un fiscal del fuero penal juvenil porteño, mientras que su defensor aseguró este viernes que el acusado tuvo una “reacción instintiva”.
Fuentes judiciales informaron a Télam que este jueves a la noche el imputado se presentó junto a su abogado ante el fiscal Penal, Contravencional y de Faltas 12, Sebastián Fedullo, que llevaba adelante la causa y que, al corroborar que se trataba de un menor de edad, giró el expediente a su colega Mauro Tereszko, de la Fiscalía Penal Juvenil del mismo Ministerio Público Fiscal de la ciudad.
El fiscal Tereszko analizaba las actuaciones y esperaba un nuevo parte médico sobre el estado de salud de la víctima, Arturo López (66), para definir la imputación para indagar al acusado, agregaron las fuentes.
En tanto, el abogado José Pereyra, defensor del adolescente, confirmó este viernes al canal C5N que anoche se presentó con su cliente ante la fiscalía porteña para «estar a derecho» y explicó que no quedó detenido, sino que el joven «está en su casa, contenido por su familia».
«Estamos esperando cómo es la evolución del señor que está lesionado para ver la fiscalía qué temperamento adopta y cuál es la imputación que le notifica a mi cliente”, comentó.
Al tratar de explicar lo sucedido en el garaje, el abogado indicó que “hubo una discusión que empieza 40 minutos antes” de los videos del momento de la trompada que se difundieron, donde, según dijo, «hubo una discusión entre el menor y el empleado de la playa de estacionamiento».
«De acuerdo a lo que va a declarar, hubo algún tipo de agresión de este señor que provocó que este menor se vaya a su casa y llame a su mamá. Por eso va con su hermanita de 13 años y su mamá a reclamarle por el estado del auto», relató Pereyra.
El letrado agregó que López «habría tenido alguna respuesta agresiva con la madre» y que «eso provocó una reacción instintiva» del adolescente, cuando le aplicó la trompada en la cara al playero.