Tras la doble frustración de haber tenido que postergar su show en nuestro país en 2020 y 2021, debido a las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus, Maroon 5 se tomó la noche del viernes una dulce revancha al concretar su reencuentro con los fans locales en un concierto en el Campo Argentino de Polo, en el barrio porteño de Palermo, en el que el baile fue el gran protagonista.
Alrededor de las 21.40 el grupo puso en marcha su presentación con un vendaval de diez canciones sin interrupción entre el final de una y el comienzo de la otra, en el que desplegó lo mejor de su repertorio escénico.
Con el ritmo como gran timonel, Maroon 5 hizo gala de un elegante funk y disco, todo pasado por el tamiz del pop, a través de una seguidilla conformada por «Moves Like Jagger», «This Love -con Levine luciéndose con un solo de guitarra hacia el final-, «Stereo Hearts», «One More Night», «Animals», «What Lovers Do», «Makes Me Wonder», «Wait», «Maps» y «Harder to Breathe».
Los falsetes de Levine, tan asociados a los Bee Gees como a Prince o Michael Jackson; la base rítmica conformada por las guitarras de Valentine y Jesse Carmichael, el bajo de Sam Farrar y la batería de Matt Flynn; y las sutilezas electrónicas del tecladista y programador PJ Morton, se confabularon para brindar una lúcida lectura pop a sonidos negros.
Recién en la mitad del concierto llegó el respiro con las palabras de Levine recordando el infortunio de dos cancelaciones y resaltando por eso mismo su alegría de estar finalmente frente al público argentino
«Que tengan la mejor noche posible….carajo», dijo el cantante, quien remarcó esta última palabra en un claro español, aunque aclaró que era una las pocas que había aprendido de nuestro idioma.