Tras la protesta del sector audiovisual y luego los incidentes con la Policía de la Ciudad, el Presidente dispuso el cese de tareas del realizador cinematográfico al frente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audovisuales.
Puenzo fue cesanteado de su cargo luego de que creciera la tensión en relación con su desempeño al frente del Instituto de Cine a partir de una marcha realizada el lunes en la puerta del Incaa y ante la marcada disconformidad de la industria del cine con su gestión.
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, mantuvo por la tarde del martes una extensa reunión con Puenzo en el Centro Cultural Kirchner, sin que el ganador del premio Oscar por «La historia oficial» admitiera la dimisión, pedida por el Presidente y verbalizada por Bauer.
Las principales críticas a la gestión de Puenzo, expresadas por distintos sectores de la industria del cine se resumen en dos puntos: la parálisis en la ejecución del presupuesto destinado al fomento del cine nacional y la prolongación del plan de subsidios elaborados durante el gobierno de Mauricio Macri y la inactividad ante la posible caída de la Ley de Cine, que garantiza su autonomía financiera, el próximo 1 de enero.
Diferentes actores del sector audiovisual convocaron el lunes a una concentración que pidió la renuncia de Puenzo, en medio de la cual se desató una represión por parte de la Policía de la Ciudad, que detuvo a tres miembros de la industria del cine.
El principal descontento con la gestión que presidía Puenzo fue la no modificación del Plan de Fomento, «impuesto en el gobierno de (Mauricio) Macri que concentra la producción cinematográfica en las productoras más grandes radicadas en AMBA».
La asociación de documentalistas DOCA y el Colectivo de Cineastas, convocantes de la marcha, señalaron que Puenzo «no llevó adelante políticas que impulsen la producción de cine en las provincias».
También el lunes, Directores Argentinos Asociados (DAC) se expresó sobre la situación del cine nacional con críticas hacia Puenzo, el ministro Bauer y a la secretaria de Desarrollo Cultural, Lucrecia Cardoso.
En una nota publicada en su revista oficial la DAC se quejó de la falta de respuestas ante la posibilidad de que al 1 de enero de 2023 caiga la ley que financia el fomento del cine nacional, así como de otras actividades, como el Instituto Nacional de Teatro y el de Música.
Según los directores de cine, los funcionarios «no hicieron todo lo necesario para desactivar la bomba que el ya famoso artículo 4 de la ley 27.432 (votado durante la gestión macrista) tiene prevista para terminar con la cultura nacional a fin de este año».
Además, los directores se preguntaron «¿por qué continúa el mismo plan de fomento establecido por la gestión anterior para desfinanciar y obstruir al cine nacional?» y «¿por qué, en medio de la inflación galopante, el Incaa sigue atrasando la actualización del costo medio?» de producción de un largometraje.
A raíz de esta crisis, durante el martes circularon versiones sobre la posible salida de Puenzo de la presidencia del Incaa, luego de que Bauer señalara el lunes, después de la represión policial y a la puertas del Instituto, que iba a haber «cambios en el Incaa». Algo que finalmente ocurrió en los últimos minutos del martes.
El cineasta Luis Puenzo, ganador de un premio Oscar por «La historia oficial» fue nombrado el 20 de diciembre de 2019 como presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, cargo en el que cesó hoy por un decreto presidencial 2022-183.