La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires votará este jueves un proyecto de ley presentado por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para crear un «distrito de integración productiva e impulso al trabajo» para cuatro barrios populares, iniciativa cuestionada por organizaciones de vecinos y bloques políticos opositores porque «beneficiará a grandes empresas» en perjuicio de los emprendimientos locales.
El nuevo distrito incluirá a los barrios Rodrigo Bueno, Villa 20, Playón de Chacarita y Padre Mugica y se sumará a otros que ya existen en la ciudad, como el Tecnológico, en Parque Patricios; el de Diseño, en Barracas; o el Deportivo, en Lugano y Villa Soldati.
Mediante los distritos ya existentes, el gobierno de la Ciudad otorga descuentos impositivos a las empresas que se radican en determinadas zonas para desarrollar las actividades que pretende fomentar. El nuevo distrito, en cambio, abarca una gama amplia de rubros, como farmacias, bancos, alimentos, textiles y centros médicos.
Durante el debate en comisiones, el oficialismo porteño -Juntos por el Cambio (JxC)- sostuvo que el objetivo del proyecto es «promover el desarrollo económico» de los barrios, pero tanto los vecinos como el Frente de Todos (FdT), principal bloque opositor, advirtieron que los emprendimientos locales serán perjudicados por la competencia desleal de grandes empresas, que ya tienen locales en el resto de la ciudad.
«El PRO busca instalar negocios como Farmacity, carnicerías RES y Rapipago en los accesos principales de estos barrios, quitando trabajo e ingresos para los cientos de comerciantes que viven de sus almacenes, kioscos, carnicerías, entre otros y que mantienen a sus familias», advirtió en un comunicado el legislador del FdT Juan Modarelli.
«El gobierno de Rodríguez Larreta busca con esta ley allanar el camino para la instalación de grandes empresas en detrimento de los comercios y unidades productivas», denunciaron estas organizaciones en un comunicado conjunto.
Y agregaron que el Gobierno porteño pretende «garantizar grandes exenciones impositivas para grandes empresas, cadenas y multinacionales, descontando hasta un 80% en Ingresos Brutos», con lo que «promueve una competencia desleal con los comercios y emprendimientos de la zona y, a su vez, no garantiza nuevos puestos de trabajo para la población local».