Unos 300 estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires (CNBA) continúan la toma del centro educativo del barrio porteño de Monserrat en reclamo por los desplazamientos de un docente denunciado por «mirar pornografía infantil» y amenazar al estudiante, y un no docente condenado por abuso sexual, según dijo esta mañana la presidenta del Centro de Estudiantes, Victoria Liascovich.
En principio la toma continuará a la espera de una reunión que tendrán a las 13 con las autoridades del colegio.
«No vamos a ceder hasta tanto no haya un diálogo real y que en lo inmediato se los desplace del contacto con estudiantes», dijo a Télam Liascovich, y agregó que buscan que «las cosas se hagan bien y se les abra un sumario». El profesor denunciado, según precisó Liascovich a Télam, «amenazó a quien lo denunció encerrándolo en la vicerrectoría y amenazándolo con bajarle todos los dientes».
Otro de los reclamos estudiantiles está relacionado con el pedido de desplazamiento de un integrante del personal no docente que trabaja en el campo de deportes del Colegio, ubicado en la Costanera Sur, que «está condenado a tres años de prisión en suspenso por abusar sexualmente de una menor de edad conviviente con él».
En una reunión con las autoridades del colegio que tuvo lugar este miércoles, las y los estudiantes informaron sus reclamos, que fueron difundidos en redes sociales.
«Lo que pedimos es el desplazamiento de estas dos personas del contacto estudiantil y además pedimos una formación obligatoria a todo el personal docente, no docente y autoridades del Colegio Nacional Buenos Aires en Educación Sexual Integral (ESI)», señaló la dirigente estudiantil.
También, se estableció una mesa de diálogo para este jueves a las 13 entre los integrantes de la mesa directiva «para seguir charlando las mejores soluciones a nuestras demandas», apuntaron desde el Centro de Estudiantes.
Las autoridades del CNBA confirmaron en la noche del miércoles la toma del colegio y en un comunicado describieron la situación como «totalmente sorpresiva e infundada para toda la comunidad educativa».
Dijeron que como resultado de la toma, «decidida en asambleas estudiantiles celebradas en los tres turnos», quedarán «suspendidas las actividades académicas, administrativas y extracurriculares hasta tanto las autoridades legales del establecimiento retomen el pleno control y dominio de la totalidad del edificio».