La capital austríaca ocupó el primer lugar del ranking, al igual que en los años 2018 y 2019.
Para la clasificación, los especialistas evaluaron distintas dimensiones como estabilidad política, oferta educativa y médica, calidad de infraestructura y cultura y acceso a espacios verdes.
Teniendo en cuenta estos valores, Viena alcanzó los 99.1 puntos del índice, seguida por Copenhague en Dinamarca con 98 y por la ciudad suiza Zúrich y la canadiense de Calgary, ambas con 96.3.
El ranking continúa con Vancouver (Canadá), Ginebra (Suecia), Frankfurt (Alemania), Toronto (Canadá), Ámsterdam (Países Bajos), Osaka (Japón), Melbourne (Australia), estas dos últimas ciudades comparten con 95.1 el puesto diez.
En la edición de este año, los integrantes del EIU explicaron que se excluyó a la ciudad de Kiev como consecuencia del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que «ha influido en las clasificaciones de Moscú y San Petersburgo», apuntó el informe del EIU.
Y agregó: «Ambas ciudades registran una caída en los puntajes debido al aumento de la inestabilidad, la censura, la imposición de sanciones occidentales y el retiro de las operaciones del país por parte de las empresas».
Auckland, en Nueva Zelanda, pasó de estar en «el top ten» al puesto 34 por el «extenso confinamiento que aplicó durante la pandemia», según consignó un despacho de la agencia ANSA.
Las ciudades australianas también registraron fuertes caídas como consecuencia de las medidas tomadas durante el aislamiento por coronavirus ya que Melbourne que en 2021 había ocupado el primer puesto, hoy pasó al décimo y Brisbane, Adelaide y Perth, que estaban entre los primeros diez lugares cayeron a los puestos 27, 30 y 32, respectivamente.
Según el relevamiento, Europa domina ampliamente la clasificación de las mejores ciudades para vivir, con seis de los diez primeros lugares, mientras que entre los peores lugares para vivir, o al menos los que ocupan los últimos puestos están Damasco (Siria), Lagos (Nigeria), Trípoli (Libia), Argel (Argelia) y Karachi (Pakistán).