Quienes ganen entre esa cifra y $466.017 podrán computar una deducción especial incrementada y pagarán de acuerdo a la escala. En cambio, a quienes superen ese máximo se les retendrá el 35% directamente.
A partir del próximo 1 de enero de 2023, el mínimo no imponible para los asalariados que pagan el Impuesto a las Ganancias pasará a ser de 404.062 pesos, de acuerdo a la última actualización en función de la variación del índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Registrados (Ripte).
Sin embargo, para calcular si se debe pagar o no el tributo que retiene el 35% se deben tener en cuenta las deducciones especiales, un nuevo concepto que se introdujo en la reforma de la Ley del Impuesto a las Ganancias. Si no fuera por ellas, muchos más argentinos pagarían, dado que las escalas quedaron desactualizadas. “El problema grande es que no se actualizan todos los ítems de acuerdo a la inflación”, comentó el tributarista Marcos Sequeira.
“El mínimo no imponible se ajusta una vez al año, con lo cual, mes a mes va perdiendo capacidad. Va sufriendo el efecto de la inflación, mientras que los ingresos se ajustan de forma trimestral. O sea, el salario se va devaluando mes a mes”, explicó.