El ministro de Economía, Sergio Massa, consideró positiva la desaceleración de la inflación en noviembre (del 6,3 al 4,9 por ciento), pero avisó que la meta es una estabilización mucho mayor. «Estamos conformes pero no contentos, el número sigue siendo alto para lo que pretendemos que , señaló el funcionario. Además, sostuvo «nuestro objetivo es que la inflación de abril tenga el 3 adelante».
«Hace 120 días, cuando arrancamos esta tarea, nos propusimos recorrer cada 70 días una baja progresiva de la inflación con medidas económicas y una serie de acuerdos», indicó el Jefe del Palacio de Hacienda en declaraciones radiales y destacó la necesidad de «mantener los niveles de inversión pública porque es importante bajarla sin dañar el tejido productivo ni el nivel de consumo de la gente».
En ese contexto, aseguró que «creo que, si respetamos los acuerdos y si nosotros hacemos nuestra tarea en materia de programa macroeconómico y de metas, la mayor responsabilidad es del equipo económico y del gobierno, pero si contamos con un trabajo articulado con los sectores empresarios de la Argentina podemos darle estabilidad de precios a los argentinos».
En cuanto a las expectativas inflacionarias para diciembre, indicó que «es un mes que tiene mayor demanda y obviamente eso genera tensión en los precios, pero estamos trabajando para que también diciembre sea un mes sin sobresaltos inflacionarios». «Tenemos que lograr una rebaja de la inflación que construya que el impacto de la paritaria mejore el ingreso de nuestros trabajadores y trabajadoras», indicó Massa.
Este registro del IPC marcó una fuerte desaceleración respecto al 6,3 registrado en octubre, acumulando en los once primeros meses del año un alza de 85,3 por ciento y una suba anual del 92,4 por ciento. Y fue, detrás de enero y febrero, el tercer mes con menos inflación del año.
En este escenario, en el equipo economico aseguran que todo esto ocurrió por un mix de cosas. Entre ellas fin del financiamiento al Tesoro con emisión monetaria, la implementación de una política de tasas positivas para las colocaciones bancarias, el ordenamiento fiscal y la puesta en marcha del programa «Precios Justos».
Así, precisaron cerca de Massa que «se suspendió el financiamiento por emisión» que venía realizando el Banco Central al Tesoro, además de indicar que «se pasó a una política de tasas positivas», en referencia a la medida dispuesta por el Directorio de la autoridad monetaria, que desde el 15 de septiembre fijó un nivel nominal del 75 por ciento, equivalente a un interés mensual del 6,25 por ciento y a una tasa efectiva anual del 107,05 por ciento.
Otro de los factores que también involucran al Banco Central es el del ordenamiento de las reservas internacionales netas, «que pasaron de negativas (- US$ 426 millones) a positivas (+ US$ 7.000 millones). Asimismo, las fuentes consultadas pusieron de relieve que «se ordenaron las relaciones y desembolsos del FMI (Fondo Monetario Internacional), BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y Banco Mundial». En el plano fiscal, desde la cartera de Hacienda subrayaron que «se ordenó el gasto, bajando del 12,4% de déficit en agosto a cumplir la meta del 2,5 por ciento» acordada con el FMI en cuanto al resultado primario.