Juntos por el Cambio salió en bloque a repudiar los trascendidos de que el Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires avanzaría en la discusión sobre cómo debía ser el pase de curso de los estudiantes bonaerenses y si habría que modificar el esquema de repitencia. Sin embargo, el coro de críticas no tuvo en cuenta un factor clave: durante la administración de Mauricio Macri el entonces ministro de Educación, Esteban Bullrich, había impulsado un debate similar.
La discusión ganó terreno político durante la última semana, luego de que trascendiera que el objetivo del Gobierno bonaerense era comenzar a avanzar en el debate al interior del Consejo General de Educación respecto al Régimen Académico, para determinar cuáles eran los parámetros por los cuales se determina si un estudiante pasa de curso o repite.
Rápidamente, Juntos por el Cambio salió al cruce de la iniciativa. En tono de campaña, se aferró a una simple iniciativa que según los propios responsables de la cartera educativa amerita una discusión amplia, como trampolín para disparar una ola de críticas a la gestión de Axel Kicillof.
Sin ir más lejos, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, lanzó: “Creen que regalar diplomas es educar, con la misma lógica con la que dicen que repartir plata es combatir la pobreza”.
En el mismo tono se expresó la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quien ahora es diputada por la Ciudad de Buenos Aires y busca un lugar en la interna cambiemita por la presidencia. “En mi gestión más de un millón de adultos terminaron el secundario. Hoy Kicillof y Baradel masacran las oportunidades de los bonaerenses bajando la vara. ¿Cómo progresa la gente que no aprende? Sin educación de calidad no hay futuro”, disparó.
Las críticas también llegaron desde el radicalismo: Martín Lousteau calificó el planteo como una “medida demagógica de Kicillof” que fomenta la “decadencia educativa y nivela para abajo”. Por su parte, el macrista Cristian Ritondo también apuntó al gobernador y a Baradel, a quien metieron en la discusión sin que se hubiera expresado: “No van a parar hasta desterrar todo símbolo de meritocracia”.
En un tono similar también se expresó Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación macrista, sucesor de Bullrich en el cargo, quien también apuntó a Kicillof y Baradel y habló de la “bomba educativa”, aunque con un matiz: “Nadie está a favor de la repitencia sin más, pero no hay secundaria exitosa si los chicos la atraveisan sin aprender, y eso no se soluciona con el régimen de promoción”.