Pidió empleos para los jóvenes.
«De momento, de hecho, parece traer beneficios económicos al individuo, pero a la distancia no permite que las familias aporten y accedan de acuerdo a la justicia al sistema de pensiones», argumentó el Papa.
Para Francisco, «el trabajo en negro distorsiona el mercado laboral y expone a los trabajadores a formas de explotación e injusticia».
Luego, el Papa focalizó su llamado en «un no al abuso del trabajo precario».
Según el pontífice, el empleo no estable «repercute en las opciones de vida de los jóvenes y, a veces, los obliga a trabajar incluso cuando les fallan las fuerzas».