El gobierno de Giorgia Meloni dispuso la creación de nuevos centros de repatriación
«Si una persona confía en los traficantes para vulnerar las leyes italianas, tiene que saber que cuando llegue a Italia será detenida y repatriada», dijo la premier de derecha.
El gobierno italiano aprobó la apertura de nuevos centros de repatriación de inmigrantes sin papeles y la ampliación del tiempo que podrán ser retenidos en ellos hasta los 18 meses, en plena crisis por la llegada a la isla de Lampedusa de más de 10 mil personas en apenas tres días. El decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros de la ultraderechista Giorgia Meloni le encarga al ministerio de Defensa la construcción «lo antes posible» de los denominados CPR, los centros donde los inmigrantes irregulares esperan su expulsión.
¿Cómo operan los centros de repatriación?
«Esto significa, y quiero enviar un mensaje muy claro al conjunto de África, que si uno confía en los traficantes para vulnerar las leyes italianas, tiene que saber que cuando llegue a Italia será detenido y repatriado«, dijo Meloni en una entrevista para una cadena italiana. Después de cruzar el Mediterráneo y desembarcar, aquellos migrantes que la administración italiana decida serán encerrados en los llamados «centros de repatriación permanente», con un funcionamiento parecido al de una cárcel y donde se encierra a extranjeros que viajaron de manera clandestina.
El año pasado los 6.400 extranjeros detenidos en estas instalaciones pasaron una media de 40 días encerrados, según datos de un comité de vigilancia de las prisiones italianas. Menos de la mitad de ellos fueron repatriados a sus países. El periodo máximo de detención en esos centros ya era de 18 meses entre 2011 y 2014, pero el gobierno de Matteo Renzi lo rebajó a 135 días.
«Años de políticas de inmigración hicieron que hoy, en Italia, haya muy pocas plazas disponibles en los centros de acogida. Los nuevos centros que se construirán tendrán que estar en lugares con muy baja densidad de población, perimetrados y vigilados», dijo la primera ministra italiana, agregando que estas instalaciones estarán lejos de las ciudades. En el país hay una decena de estas instalaciones repartida entre Turín (norte), Roma (centro), Bari o Brindisi (sur), pero la intención es abrir una al menos en cada una de las 21 regiones italianas.