La Casa Rosada anula las contrataciones del último año y revisa la planta de empleados estatales. Malestar sindical y adhesión del bloque piquetero de cara a la marcha de este miércoles. “No hay plata”, como respuesta a todo
Javier Milei junto a su Gabinete cuando anunció el DNU para desregular la economía
“Algunos por sadismo y otros por corruptos”, desafió este lunes de Navidad con un posteo en sus redes en defensa al decreto de necesidad y urgencia anunciado el pasado miércoles. En la última semana del año, quince días después de hacerse cargo de la Presidencia, Javier Milei está decidido a exprimir al máximo las mieles de su reciente desembarco, y en estas horas sumará a su batería de reformas un nuevo desafío: la revisión de los empleados contratados por la administración pública en el 2023 y una evaluación de tres meses para el resto de los contratos, una medida que, en épocas festivas, puso en alerta a los sindicatos estatales.
Milei inauguró el 10 de diciembre un brutal cambio de época signado por un eslogan de tres palabras que atraviesa cada una de sus medidas: “No hay plata”. Con esa premisa, llamativamente popularizada por buena parte de la sociedad, el Presidente oficializó el cuestionado DNU de “desregulación” de la economía, abrió el período de sesiones extraordinarias en el Congreso para restituir el impuesto a las Ganancias, impulsó una profunda reforma laboral que despertó a la CGT y analiza una inspección y descentralización de los planes sociales que prevén una mayor conflictividad en las calles. Un desafío diario para el protocolo anti-piquete de Patricia Bullrich.
El decreto de contratación de personal que el Gobierno tenía previsto publicar en estas horas en el Boletín Oficial contemplaba la caída de todos los contratados que prestaron servicios desde el 1 de enero del 2023, y la revisión de los empleados que entraron a la función pública antes de esa fecha, que podrán ser renovados solo por 90 días y ser nuevamente contratados solo con la fundamentación de la continuidad de los mismos.