Inauguran en Tucumán una escultura tamaño real

Una estatua tamaño real de Diego Armando Maradona en la jugada del primer gol a los ingleses en el Mundial 86, realizada por artistas tucumanos, fue inaugurada hoy en la ciudad de Famaillá como un homenaje al astro futbolístico que falleció el año pasado.

«La mano de D10S» es el nombre de la estatua realizada por los escultores locales Bruno Salica y Ángel Moreno, y que desde hoy forma parte del paseo de los emprendedores, ubicado frente al parque temático histórico que tiene esa ciudad tucumana ubicada a 35 kilómetros al suroeste de la capital provincial.

«Este es un homenaje que queríamos hacerle a una de las figuras más importantes de nuestro país y nos llena de orgullo saber que es la primera obra de este tipo que se hizo en el mundo», destacó el intendente de Famaillá, José Orellana, quien indicó que «los funcionarios tenemos que tener la capacidad de entender e interpretar las emociones de nuestro pueblo».

El director de Turismo de la ciudad, David Acevedo, le explicó a Télam que antes de inaugurar la obra, solicitaron la autorización de dos de las hijas de Maradona, Dalma y Giannina, ya que «esto lo hacemos con respeto y como una forma de retribuir todo lo que Diego le dio a los argentinos».

El funcionario, al inaugurar la obra, señaló que «esta es la primera escultura de Maradona post mortem y la primera que se hace en el mundo recordando la ‘Mano de Dios’, como él denominó al primer gol que le anotó a los ingleses en el Mundial 86».

También elogió el trabajo realizado por Salica y Moreno, quienes realizaron la escultura «en apenas 20 días» y esa obra pasa a forma parte de las más de 300 réplicas de lugares históricos, entre ellos el Cabildo, y estatuas de grandes personalidades que forman parte de los atractivos turísticos que tiene Famaillá.

Durante la ceremonia se presentó un video recordando momentos inolvidables de la vida de Maradona y de la multitudinaria despedida brindada por los argentinos en su funeral.

Deja un comentario

Desarrollo Web Efemosse