El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anuló este lunes la prohibición que había impuesto su predecesor, Donald Trump, para que las personas transgénero no pudieran servir en las Fuerzas Armadas. «La identidad de género no debe ser un obstáculo para el servicio militar y la fuerza de Estados Unidos radica en su diversidad», explicó la Casa Blanca en un comunicado.
En presencia del secretario de Defensa, Lloyd Austin, y del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, Biden firmó un decreto que establece que «todos los estadounidenses calificados para servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos deberían poder hacerlo».
En ese sentido, la Casa Blanca indicó que «una fuerza inclusiva es una fuerza más efectiva» y que el fin de la prohibición que regía desde el mandato de Donald Trump es «lo correcto» y resulta «de interés nacional».
Con el decreto de este lunes se revierte la controvertida decisión de Trump de julio de 2017 de prohibir que las personas transgénero sirvan «en cualquier capacidad» en las Fuerzas Armadas y se instruye al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional a que garanticen que todas las políticas sean coherentes con la medida.
De acuerdo con un decreto del expresidente demócrata Barack Obama sobre el final de su mandato, las fuerzas debían comenzar a incorporar a sus filas a personas transgénero desde el 1 de julio de 2017. Sin embargo, cuando llegó la fecha estipulada, el entonces presidente republicano Donald Trump pospuso el llamado al 1 de enero de 2018 y tiempo más tarde decidió cancelar definitivamente la medida «por los altos costos que implicaba».
Este lunes, finalmente, queda sin vigencia la prohibición de Trump. En sus argumentos, la Casa Blanca citó un estudio de 2016 que dice que «permitir que las personas transgénero sirvan abiertamente en el ejército de Estados Unidos tendría solo un impacto mínimo en la preparación militar y el costo de la atención médica».