La Cámara de Diputados de Brasil elegirá hoy nuevo presidente por los próximos dos años, cargo que saldrá de ocho candidatos y que será central para decidir, entre otros temas, la suerte de decenas de pedidos de juicio político al presidente Jair Bolsonaro.
El diputado de Progresistas (PP) Arthur Lira, apoyado por Bolsonaro, y el candidato del actual presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, el congresista Baleia Rossi, del Movimiento Democrático (MDB), son quienes parten con ventaja en esta contienda, según medios locales.
Aunque cualquier juicio político necesita para salir adelante del apoyo de al menos dos tercios de la Cámara, la elección es crucial porque en Brasil, el presidentes de la Cámara Baja determina la agenda de votaciones.
La Cámara de Diputados acumula 61 pedidos de «impeachment» contra el mandatario, planteados por opositores o por exaliados, que denuncian la participación del exmilitar en actos antidemocráticos o por crímenes ecológicos o contra las minorías.
Más de veinte de ellos se vinculan a su criticada gestión de la pandemia, que hasta ahora dejó casi 225.000 muertos en el país.
Bolsonaro minimizó desde el principio la gravedad de la crisis y la pandemia, criticó las cuarentenas, se negó a usar barbijo, boicoteó las medidas decididas por los estados, e incluso cuestionó la eficacia de las vacunas.
A pesar de mantener una base importante, su índice de aprobación cayó de 37% en diciembre a 31% en enero y el de rechazo subió de 32% a 40%, según el instituto Datafolha, citado por el diario O Globo.
En las últimas semanas, varias protestas y cacerolazos -incluso de grupos de derecha- piden su juicio político.
La erosión de su popularidad coincide con el fin de los subsidios que el año pasado permitieron a 68 millones de pobres sobrellevar la crisis.
La Cámara Alta también elegirá a su presidente, por lo que el resultado de los comicios que involucran los 513 diputados y los 81 senadores determinará la agenda legislativa hasta febrero de 2023.
Ambos presidentes estarán al frente del Parlamento en octubre de 2022, cuando Brasil elegirá a un nuevo gobernante y Bolsonaro aspirará a renovar su mandato.
En este proceso parlamentario estará también en juego el futuro de muchas iniciativas para el combate a la pandemia de Covid-19, así como reformas económicas urgentes para un país en una aguda crisis económica y social.
Todos los pronósticos apuntan a una elección apretada, aunque la mayoría le dan una cierta ventaja a Lira, lo cual se desprende de que, con su elección, el «centrao» (el gran centro), de cuño conservador y apoyado por Bolsonaro, tendría más poder en el Gobierno.
En el Senado, la cosa parece más clara y el candidato favorito es Rodrigo Pacheco, del partido Demócratas (DEM), que también integra el llamado el gran centro pero que ha sido capaz de recabar apoyos tanto en el bolsonarismo como en el campo progresista.