Científicos australianos de la Universidad de Newcastle, de Nueva Gales del Sur, desarrollaron una prueba no invasiva para pacientes con diabetes que mide el azúcar en sangre a través de la saliva. Gracias al nuevo dispositivo, se podrá controlar los niveles de glucosa sin necesidad de sufrir el dolor de los pinchazos diarios.
«Desarrollamos una forma de testear que es barata, fácil de producir y tiene la sensibilidad 100 veces mayor que un test standard de glucosa», explicó quien dirigió la investigación por más de 20 años.
La solución a los pinchazos, consiste en una tira que incorpora una enzima para detectar la glucosa en un transistor. El material utilizado es una tinta electrónica, lo que significa que los tests se podrán producir a escala masiva a través de impresiones de bajo costo.
«Es el Santo Grial de las pruebas de glucosa porque no es invasivo», dijo Paul Dastoor, profesor de física en la Universidad de Newcastle en Australia, quien dirigió el equipo que lo creó. «Abre la posibilidad de hacer pruebas de glucosa en sangre indoloras y baratas”, agregó. «Desarrollamos una forma de testear que es barato, fácil de producir y tiene la sensibilidad 100 veces mayor que un test standard de glucosa».
El proyecto ya tiene asegurado un presupuesto de 4.7 millones de dólares provenientes de fondos australianos para instalar el circuito de producción. Se crearán cientos de millones de tests, si las primeras pruebas responden correctamente. Los investigadores estiman que podrían estar en el mercado en dos años, aproximadamente.
“Creo que va a cambiar radicalmente la forma en que pensamos sobre los dispositivos médicos y, en particular, los sensores. Porque podemos fabricarlos utilizando sencillas técnicas de impresión. Ahora nos dirigimos hacia la fabricación de estos dispositivos a gran escala”, explica Dastoor.