La policía del estado de Minas Gerais justificó este miércoles el uso de gas lacrimógeno y gas pimienta contra integrantes del plantel de Boca Juniors en la zona de vestuarios del estadio Mineirao al afirmar que permitió «evitar la confrontación» con jugadores del club Atlético Mineiro y para garantizar la seguridad de los árbitros.
«Los gases fueron una intervención puntual que evitó la confrontación», dijo el vocero de la Policía Militarizada de Minas Gerais, Flavio Santiago, luego de la declaración de once personas consideradas víctimas, entre policías, agentes de seguridad y árbitros.
«Hubo un intento de invasión en el vestuario de Atlético Mineiro, hubo actos de vandalismo rompiendo patrimonio del estadio Mineirao», comentó el portavoz.
Según el teniente Santiago, también fue agredido un árbitro brasileño que formaba parte del grupo de apoyo al arbitraje del partido, cuestionado por haber anulado con el uso del VAR un gol que Boca Juniors considera legítimo y que en el momento del tanto no había sido cuestionado por los jugadores del Atlético Mineiro.