El miércoles por la tarde/noche, una vez más, se reunieron Alberto Fernández Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa en la Quinta de Olivos. Así lo habían hecho exactamente una semana atrás los mismos actores, en el mismo lugar. A diferencia de la reunión anterior, este encuentro fue confirmado de forma oficial.
La encargada de hacer público el evento fue la dirección de comunicación del Senado de la Nación, que este jueves a la mañana salió a desmentir que durante dicha reunión los principales dirigentes del Frente de Todos hayan acordado la suba del dólar tarjeta, una medida que el Gobierno efectivizó en las últimas horas. A pesar del hermetismo, y en medio de las tensiones internas por el rumbo económico, trascendió que la reunión no terminó de la mejor manera. Tras el encuentro, la vicepresidenta viajó a la ciudad de El Calafate, donde se encuentra en estos momentos. Según aseguraron desde su entorno, por más que confirmaron que los actos con su presencia serán más o menos cada quince días, por ahora no está agendado el próximo.
Una de las rispideces centrales, se entiende, se da en el plano de la estrategia económica del gobierno. Algo que viene generando cruces desde hace largos meses entre las diversas patas del Frente de Todos y que tuvo su punto más fuerte en la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán, hace casi dos semanas. El ingreso de su reemplazo, Silvina Batakis, fue consensuado dentro de la alianza oficialista, pero las medidas que anunció la titular de la cartera a principio de esta semana no cayeron bien en todos los sectores de la alianza. Desde el kirchnerismo, sin embargo, decidieron mantenerse en silencio. CFK no mencionó a la nueva ministra en su discurso del viernes pasado en El Calafate y tampoco nadie de su entorno salió a cuestionar las medidas. Sin embargo, tampoco la respaldaron.
El presidente Alberto Fernández abandonó Casa Rosada el miércoles después de las 19, tras el encuentro de más de dos horas que tuvo con Esteban «Gringo» Castro, de la UTEP y otros dirigentes de los movimientos sociales cercanos al Frente de Todos, con quienes se juntó para solidarizarse por los allanamientos que sufrió este sector en distintas provincias la semana pasada. También sobrevoló en la conversación las marchas que desde esos sectores convocaron –una de Unidad Piquetera que contó con el apoyo de la UTEP y se llevó a cabo este jueves en Plaza de Mayo, y otras que anunciaron para la semana que viene– y que preocupan al Gobierno, por más que, según contaron los protagonistas a este diario, Fernández les haya pedido que no las realicen.
Luego de esa reunión, el mandatario se dirigió en helicóptero a la Quinta de Olivos. El clima con el sector de los movimientos sociales está tenso por el debate que existe en torno a la tercerización de los programas sociales, que instaló la vicepresidenta hace un par de semanas en una de sus conferencias, y el pedido de la Cámpora y de sectores de la UTEP de que exista una Renta Básica Universal que reemplace al programa Potenciar Trabajo, administrado en su gran mayoría por organizaciones como el Movimiento Evita.