Quemó en una parrilla a su novia adolescente, en octubre de 2004. Por ese crimen salió de prisión definitivamente en 2021; pero en abril de este año lo volvieron a detener como acusado de agredir a su nueva pareja.
El requerimiento de elevación a juicio fue presentado la semana pasada por el fiscal de Delitos Sexuales bahiense, Marcelo Romero Jardín, quien le imputó a Cuchán (45) los delitos de «lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género (dos hechos) en concurso real con amenazas» en perjuicio de una mujer con quien mantenía una relación desde hacía ocho meses.
Según las fuentes, el primero de los hechos ocurrió a principios de abril de este año, en el interior de una vivienda del barrio Universitario de Bahía Blanca donde Cuchán forcejeó con su pareja, quien luego lo denunciaría a través de las Línea 144 de Violencia de Género.
Los voceros indicaron que al exconvicto se lo acusa de haber regresado el 21 de abril al mismo domicilio donde sujetó del cuello de la mujer con sus manos y le tapó la boca para impedir sus gritos, provocándole lesiones de carácter leve.
De acuerdo a la fiscalía, en el mismo hecho también la amenazó de muerte a la víctima, cuyos datos se preservan.
En el expediente se incorporó la denuncia de la mujer, así también como certificados de lesiones constatadas por médicos forenses y de Policía Científica, además de fotos y declaraciones de un vecino.
Por este caso, Cuchán fue detenido el 24 de abril en la localidad balnearia de Monte Hermoso, adonde se había radicado tras salir de prisión tras purgar condena por el homicidio de su novia Luciana Moretti, la adolescente de 15 años asesinada, descuartizada y quemada en una parrilla en 2004 en Ingeniero White.
Tras ser nuevamente detenido, el acusado aseguró ante la fiscal que había pedido su captura, Marina Lara, que él no le produjo lesiones a la denunciante y que no cometió ninguno de los hechos que se le imputaban.
Las fuentes señalaron que, a partir del pedido de juicio oral, el Juzgado Correccional 1 de Bahía Blanca será el encargado de fijar la fecha para la realización del debate.
Por su parte, Cuchán seguirá detenido con prisión preventiva en una unidad del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) por disposición de la Justicia de Garantías bahiense.
En su momento, la fiscal Lara pidió que el acusado siga preso porque en libertad podía «llegar a influenciar en el testimonio de la presunta víctima, por esta relación de cercanía, por la vulnerabilidad de esta mujer y por testigos que no quieren declarar por temor».
La instructora judicial recordó que la denunciante contó que, al comienzo de la relación, Cuchán «se mostraba afectuoso, respetuoso y con el correr de la relación empezaron malos tratos, amenazas y zamarreos».
Luego de la primera denuncia de la víctima, un Juzgado de Familia bahiense había ordenado una restricción de acercamiento de Cuchán hacia ella, como así también que se le suministre a la mujer un botón antipánico, entre otras medidas.
El 16 de julio de 2007, este hombre fue condenado a 18 años de prisión por el crimen de Moretti, luego le redujeron la pena a 17 y en 2016 fue beneficiado con la libertad condicional.
Sin embargo, en 2019 volvió a ser detenido por no respetar las reglas de conducta que le habían fijado y recién volvió a quedar en libertad en 2021.
«Hoy el camino llegó a su fin, el asesino de Luciana cumplió su condena y obtuvo su libertad. Tengo la conciencia en paz que todo lo que podíamos hacer para que cumpliera la condena, lo hicimos», sostuvo Antonella, la hermana de la adolescente asesinada cuando el homicida salió de la cárcel definitivamente.
Para entonces, los padres de Luciana y Antonella habían fallecido.
En el juicio por el crimen de Moretti, Cuchán declaró que su novia había muerto por una sobredosis de cocaína y que como él estaba muy drogado no supo qué hacer con el cuerpo, por lo que lo colocó en la parrilla del quincho.
«Agarré 20 litros de solvente y 10 bolsas de leña, prendí fuego sobre ella, cerré las puertas y me fui. Alrededor de las 18.30 enfrié todo con agua y después lo metí en cuatro bolsas, limpié y me fui a tirar lo que había quedado», declaró en el juicio.
Si bien no admitió haber descuartizado a la chica, dijo que en el momento en que decidió prender el fuego «Luciana ya no era Luciana» y que el «cuerpo estaba sumamente pesado».
Ese hecho ocurrió el 16 de octubre de 2004 en la casa del exconvicto y los restos de la víctima fueron arrojados en el patio de ese domicilio, una chatarrería y un descampado, donde los investigadores los encontraron varios días después.
En el 2003, el nombre de Cuchán ya había tenido repercusión pública cuando estuvo desaparecido durante una semana tras una ruptura sentimental en la que lo acusaron de descuartizar el perro de quien era su pareja. (Télam)