

La Copa Argentina es, quizás, la mejor implementación en el fútbol argentino en el último tiempo. Con un formato de eliminación directa en campo neutral, equipos humildes del ascenso argentino, tanto del interior como del área metropolitana, le hacen frente a los poderosos clubes de Primera División, y cada tanto les ganan.
Ayer fue el turno de Club Atlético Brown de Adrogué, quien enfrentaba a Independiente de Avellaneda por los 16vos de final. El Rojo comenzó ganando con un gol de Silvio Romero, desde el punto del penal. Sin embargo, en el segundo tiempo los dirigidos por el mítico Pablo Vicó consiguieron el empate a través de Juan Manuel Olivares.
El partido finalizó igualado 1-1, y como dicta el reglamento, se definió desde los 12 pasos, sin prórroga mediante. Allí, el arquero de Brown se vistió de héroe y le atajó el último penal a Figal, para vencer 4-3 por penales y clasificar a los Octavos de Final, donde enfrentará a Central Córdoba de Santiago del Estero, que también eliminó a un equipo de primera: Tigre.