Una pareja salió con su bebita para ir a la iglesia. Una moto, sin luces y a alta velocidad, chocó contra la puerta del acompañante del auto en el que iban y la pequeña murió. Su hermana dio detalles desesperantes.
Adentro estaba Ximena, con Aitana en brazos. El impacto fue tan fuerte que el auto quedó destrozado. La nena, que iba en el asiento del acompañante, voló y terminó en el asfalto, junto a un cordón.
«Mi papá la empezó a buscar por todos lados adentro del auto y no la encontraba. Ahí salió y la vio que estaba junto al cordón de la vereda», describió Milagros Gauna, la mayor de los cinco hermanos que tuvo la pareja.
En esos segundos de desesperación, en la que Ximena estaba herida e inconsciente y en la que Jonathan no sabía dónde estaba su hija, Enzo Sotelo (23) y Ángel Joel Colche (22), que iban en la moto marca Bajaj Rouser 250, decidieron escapar y abandonar a las víctimas.
Milagros «lloró todo lo que tenía que llorar» para «estar fuerte», para contener a su mamá, dijo. Es que el martes Ximena recuperó la conciencia en el hospital Paroissien, de La Matanza, y tuvieron que avisarle que Aitana había muerto.
La beba, que había cumplido un año el 27 de abril, llegó en grave estado al centro de salud después de sufrir un paro cardíaco en la ambulancia que la trasladaba. Los intentos por reanimarla se extendieron durante más de una hora hasta que ya no hubo nada que hacer.
Mientras estaban en el hospital, destrozados, un joven llegó en la caja de una ambulancia. Era Colche, que iba de acompañante en la moto que embistió el auto en el cruce de Hilario de Almeira y Jacobo Watt, a 150 metros de su casa.
Colche y la familia Gauna eran vecinos. Se conocían desde la infancia: «Tienen antecedentes penales, nosotros lo sabemos. Uno de los asesinos vive a dos cuadras de mi casa, lo conocemos de chico. Sabemos que tienen antecedentes, el otro también», cuestionó Milagros en diálogo con TN.
Y agregó: «Los dos son culpables, por eso queremos justicia, nada más que justicia, que paguen los dos por lo que hicieron. En el momento que pasó, venía detrás otra moto pero no sabemos si venían con ellos, por lo que se dice habían robado por la zona, 20 minutos antes habían robado a una señora cerca de ahí».
Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que certificaron que «en persecución con la Policía no venían» los dos sospechosos. Pero pidieron un «relevamiento en la zona» y la Policía informó que «no hubo hechos delictivos reportados en esa franja horaria». En tanto, todavía no pudieron corroborar si los jóvenes tenían antecedentes penales.
Lo cierto es que ambos quedaron detenidos. Colche, internado en el hospital con custodia policial; Sotelo, en la comisaría. Están acusados de «homicidio culposo y encubrimiento».
Es que la moto en la que circulaban había sido robada en la Ciudad de Buenos Aires, por lo que investigan si fueron ellos los responsables de ese hurto o en qué circunstancias la adquirieron.
«Mi mamá tiene complicaciones con el tórax, huesos rotos, costillas fracturadas, cosida la cara. Aparte del dolor, estamos acompañándola», dijo Milagros.
Aitana iba en el asiento del acompañante, sin cinturón de seguridad ni Sistema de Retención Infantil (SRI), contrario a lo que corresponde a su edad según un decreto nacional. Por eso la acusación de homicidio será un desafío para la Justicia.
El fiscal Claudio Fornaro manifestó su intención de sostener la imputación por homicidio, aunque dependerá de lo que indique el juez de Garantías en relación con eso.
En paralelo, confirmó que «el encubrimiento es un hecho imputado de manera independiente. Y la imprudencia verificada por quien conducía la moto está acreditada», por lo que permanecerán detenidos.