El presidente estadounidense, Joe Biden, remarcó su interés de retirar las tropas norteamericanas en Afganistán. En conferencia de prensa, el jefe de Estado norteamericano reconoció que la caída de la capital afgana en manos de la fuerza insurgente «se dio más rápido de lo esperado», aunque dijo que «construir una nación» nunca fue un objetivo de EE.UU. en el país asiático.
«No lamento mi decisión de ponerle fin a la presencia estadounidense en Afganistán. Yo no le voy a pedir a nuestras tropas que peleen indefinidamente en la guerra civil de otro país», dijo Biden, y remarcó que las fuerzas militares solo intercederán en caso que los talibanes «se entrometan en nuestra operación de rescate».
Según John Kirby, portavoz del Pentágono, este lunes se autorizó el envío de otros 1.000 soldados a Afganistán, por lo que el número de militares estadounidenses en el país asiático ascenderá a 7.000. Mientras tanto, señaló el vocero, las fuerzas desplegadas en Kabul trabajan en «restablecer la seguridad».
Actualmente, aseguró el Petágono, hay 2.500 uniformados estadounidenses en el aeropuerto y otros 500 llegarán en las próximas horas. «Anticipamos que en las próximas horas seremos capaces de restaurar las operaciones aéreas en el aeropuerto», agregó el funcionario.
Este despliegue ocurre luego de que los talibanes anunciaran este domingo la toma de la capital Kabul y proclamaran el fin de su ofensiva contra las tropas gubernamentales, que se intensificaron desde el comienzo de la retirada militar de Estados Unidos y la OTAN, presentes en Afganistán desde 2001.
Los talibanes ya aclararon que no habrá un gobierno de transición sino «un traspaso completo» del poder y se comprometieron a mantener el orden y la seguridad.