En declaraciones a la radio oficialista Fonte Fm, del estado central de Goiás, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó este lunes a parte de la Corte Suprema de justicia de preparar el terreno para detenerlo por atentar contra la democracia y convocó nuevamente a la población a defender la «libertad de expresión» y protestar contra el máximo tribunal el 7 de setiembre, Día de la Independencia, actos que también son interpretados como una suerte de intento de ‘autogolpe».
«Lo que ellos están buscando (con los procesos) es esperar el momento para aplicarme una sanción restrictiva, quien sabe cuando deje el Gobierno más adelante», afirmó Bolsonaro.
Con esta declaración el presidente intentó explicar otra del sábado durante un culto evangélico, también en Goiás, estado agrícola vecino a Brasilia, en la cual dijo que hay tres opciones para el futuro: «Ir preso, morir o salir victorioso. La primera está descartada».
La tensión tiene que ver con varios ministros del Supremo Tribunal Federal, pero sobre todo con Alexandre de Moraes, que ha detenido a amigos de Bolsonaro por haber montado ataques contra la democracia y financiado supuestos intentos de golpes con incentivos para intervenir con el Ejército a la corte, en el marco de una megacausa contra las usinas de fake news, en la que fue incluida el propio jefe del Estado.
Otras dos causas están abiertas en el alto tribunal contra Bolsonaro: prevaricato en una denuncia de corrupción por compra de vacunas y otra por atentar contra el sistema electoral por montar una narrativa de que hubo y habrá fraude en las elecciones.
«Yo digo que estamos frente a una presión muy grande contra la libertad de expresión. No se puede hablar de tratamiento precoz contra la pandemia, no se puede hablar en contra del voto electrónico», sostuvo el ultraderechista.