Tres hombres comienzan a ser juzgados desde este martes como acusados de asesinar a balazos a bordo de un colectivo a un chofer de la línea 218, al que aparentemente confundieron con otro en el marco de un presunto ajuste de cuentas, cometido el 1 de octubre de 2020 en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, partido de La Matanza.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de La Matanza, integrado por los jueces Matías Mariano Deane, Eduardo Alberto Sbriz y Gabriela Silvia Rizzuto, será quien estará a cargo del proceso que comenzará este martes a partir de las 8.30 en la sede ubicada en la calle Monseñor Marcón 2623 de la localidad de San Justo.
Por homicidio del colectivero Pablo Flores serán juzgados Néstor Fabián Marone, Adrián Alberto Marone y Oscar Ezequiel Vega, alias «Boli», y se prevé que el debate continúe este miércoles y el jueves se realicen los alegatos y se conozca la sentencia.
Los tres se encuentran bajo prisión preventiva y serán juzgados por el delito de «homicidio calificado por el uso de arma de fuego, por ser cometido con el concurso premeditado de más de dos personas y con alevosía«.
La acusación, en tanto, será impulsada por la fiscal de juicio de La Matanza Karina Licalzi, mientras que el abogado Fernando Soto será quien represente a Lorena Cáceres, esposa de Flores y particular damnificado en el debate.
“La expectativa que tenemos es que sea perpetua. Para los tres. Creo que eso nos daría un poquito de paz. Para poder decirles a mis hijos que se hizo justicia. Es lo único que me queda”, afirmó conmovida en diálogo con Télam Lorena Cáceres, viuda de Pablo Flores, en la previa del inicio del juicio por el asesinato del colectivero.
El crimen de Flores
Ocurrió el 1 de octubre de 2020, cerca de las 21.45, en la parada de colectivos ubicada en las calles Río Orinoco y Fernández, a la altura de la rotonda del barrio San Javier, de Virrey del Pino, en el sudoeste del conurbano.
Esa noche, Flores reemplazaba a un compañero a bordo del interno 75 de la línea 218 de la empresa Almafuerte, cuando, según testigos, dos hombres pararon el colectivo, se acercaron por el lado izquierdo de la unidad a la ventanilla del conductor y efectuaron varios disparos, tres de los cuales dieron en la cabeza del chofer, que murió en el acto.
A raíz del ataque, el transporte se estrelló contra un árbol y los atacantes escaparon en un Peugeot 504 blanco que los esperaba en marcha con un tercer cómplice al volante.
De acuerdo a la acusación fiscal, Vega y el menor de los Marone, «previo acuerdo de voluntades y división de roles, obrando a traición y sobre seguro», armados con una pistola Taurus calibre .45 «la cual fuera aportada por Néstor Marone, efectuaron al menos cuatro disparos contra Pablo Roberto Flores, con claras intenciones de causarle la muerte».
Según quedó constatado en la causa, luego de dispararle al chofer, los agresores escaparon en un Peugeot 504 blanco propiedad de Vega.
El fiscal Federico Medone, quien instruyó el expediente, consideró que «la cercanía con la que se efectuaron los disparos, lleva a presumir que sorprendieron a la víctima, quien no atinó a realizar el mínimo acto instintivo de defensa».
De acuerdo a la autopsia practicada, el colectivero recibió cuatro disparos, tres de ellos en la cabeza y el restante en el abdomen.