Los bonos tuvieron un buen arranque de la semana, impulsados en parte por una buena jornada para Wall Street y los activos de riesgo. Los inversores ven con buenos ojos el control de la emisión monetaria, pero siguen preocupados por la escasez de dólares que sufre el BCRA
La semana financiera arrancó con algo de alivio para los bonos en dólares, que mostraron subas que se profundizaron a lo largo de la jornada. No es sencillo identificar cuál fue el principal impulso de los títulos: si la promesa de Javier Milei de cumplir con el pago de la deuda “como sea” o la buena jornada que se vivió en los mercados internacionales tras la decisión de Joe Biden de bajarse de la carrera presidencial en Estados Unidos.
A la mejora de los bonos y la tranquilidad del mercado cambiario, se sumó que el Central volvió a comprar, esta vez fueron USD 50 millones. Fue una jornada, sin embargo, con poco volumen.
Ayer además se llevó adelante el inicio de la “fase 2″ del plan del ministro de Economía, Luis Caputo, que consiste en cerrar todas las canillas de emisión monetaria. El último paso, concretado ayer, fue eliminar definitivamente los pases del Central, que fueron reemplazados por Letras Financieras de Liquidez (LEFI), que serán emitidas por el Tesoro para que los bancos puedan colocar sus excedentes monetarios.
Mientras el Gobierno dio importantes pasos en las últimas semanas para ordenar el frente en pesos, tiene una asignatura pendiente y que no será de fácil resolución en relación al mercado de dólares.
El tema inquieta a los inversores, que ven cómo se sigue debilitando el poder de fuego del Banco Central. Un informe de Fundación Capital estimó que actualmente las reservas netas ya se encuentran en terreno negativo por alrededor de USD 4.500 millones.