La conocida como «vacuna vegetal» contra el coronavirus, desarrollada por la compañía canadiense Medicago y GlaxoSmithKline (GSK), tuvo una eficacia del 71% en la prevención de Covid-19 leve y sintomático y de un 100% en hospitalizaciones y muertes, informó la compañía. Los resultados forman parte del ensayo clínico de fase 3, evaluados con prevalencia de la variante Delta a nivel mundial.
Del estudio -randomizado y doble ciego (es decir que ni el paciente ni el médico sabe si se está aplicando la vacuna o el placebo) participaron 24.134 personas mayores de 18 años en diferentes ciudades de la Argentina, México, Brasil, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
«La tasa de eficacia general de la vacuna contra todas las variantes de SARS-COV-2 fue del 71% (…). La vacuna candidata demostró una eficacia del 75,3% contra Covid-19 de cualquier gravedad para la variante Delta dominante a nivel mundial. La eficacia fue del 88,6% frente a la variante Gamma», indicó el comunicado de la compañía.
Y añadió que «no se observaron casos de las variantes Alfa, Lambda y Mu en el grupo vacunado, mientras que se observaron 12 casos en el grupo placebo. La variante Ómicron no circulaba durante el estudio».
«La eficacia se evaluó al notificarse 160 casos de Covid-19. Lo que hizo el Comité de Seguridad al llegar a ese número fue ver de estos participantes con Covid quiénes estaban vacunados y quiénes no y a partir de ahí obtienen la eficacia», indicó a Télam el médico Gonzalo Pérez Marc, Jefe de Investigación y Docencia del Departamento Materno-Infantil del Hospital Militar Central, el centro argentino que aportó 7.133 participantes, casi un tercio del total a nivel mundial.
Y continuó: «Estos resultados son excelentes. Hay que tener en cuenta que la vacuna se evalúa en un contexto de predominancia mundial de la variante Delta a diferencia de las otras que se analizaron con variantes que eran menos transmisibles por lo que los resultados no son comparables».
En relación a la seguridad, la vacuna provocó pocos efectos adversos: «No hubo eventos graves, pero incluso hubo poca fiebre. Lo más prevalente fue el dolor en el lugar de la aplicación», describió el investigador.