Durante su esperado discurso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que «es importante que en la Argentina dejemos de discutir personas y comencemos a discutir las políticas». También se permitió alguna ironía como cuando dijo que «no vengo a revolear ningún ministro», y al igual que el diputado Máximo Kirchner también le apuntó al extitular de la cartera de Economía, Martín Guzmán, cuando dijo que su renuncia por Twitter «fue un inmenso acto de irresponsabilidad política y también un acto de desestabilización institucional».
Pero la referencia a Guzmán no se quedó en una crítica punzante hacia su persona sino que, a modo de prueba del mejoramiento de la relación con Alberto Fernández, la vicepresidenta indicó que fue un gesto «de inmensa ingratitud personal hacia el propio Presidente», dijo y agregó que «yo no oculto las diferencias. Este presidente había bancado a ese ministro de Economía como a nadie, enfrentándose inclusive con sus propias fuerzas de la coalición. ¿Se merecía eso?”, se preguntó.
Luego la vicepresidenta volvió sobre un tema que le preocupa: la economía bimonetaria. Al respecto dijo que ésta «une a todas las crisis de la Argentina: la escasez de dólares, la corrida cambiaria, las devaluaciones y las inflaciones». Luego agregó que cuando los sectores de poder no pueden acceder al dólar entonces se genera la brecha para provocar la devaluación. Indicó además que si un gobierno no deja sacar dólares, entonces «se comportan como adictos; si no pueden por las buenas, lo hacen por las malas, y estallan la economía del país». Eso sí, advirtió que esto lo suelen justificar por las políticas proteccionistas aplicadas por gobierno como el que ella dirigió, pero advirtió que cuando gobernó Macri, liberando todo, «tampoco fue bien». «Este es un problema estructural que constituye la economía bimonetaria», puntualizó y, tal como ya había hecho en 2017, convocó a un debate nacional para resolverla: «Si no encontramos un punto de coincidencia, no va a haber Argentina para nadie».
De paso, CFK resaltó que Santa Cruz «es la provincia que más dólares produce para su aparato productivo» junto a Santa Fe, Córdoba, la provincia de Buenos Aires y Chubut. Luego, con ironía, afirmó que «si miro la cifra de dólares per cápita, esta provincia (Santa Cruz) es la primera en materia de producción de dólares. Averigüen cuál es la que más gasta dólares y no produce dólares. Es CABA, con más de 7 mil millones de dólares», remarcó.
Ni el frío exterior ni lo templado del cine e incluso la paz que reina en la cúpula del FdT impidió que CFK se refiriera a los programas sociales. En ese contexto, aprovechó la presencia de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, que supo ser ministra de Desarrollo Social de Néstor Kirchner. “Al mes de asumir en su cargo, acompañando a su hermano en el año 2003, Alicia recibió dos millones de planes Jefas y Jefes de Hogar y, a partir de allí se comenzó a desarrollar una política». «Las políticas no se desarrollan solo en el Ministerio de Desarrollo Social sino también en el Ministerio de Economía», aclaró y dijo: «En 2015, cuando terminábamos el gobierno, de aquellos dos millones planes que recibió apenas quedaba un diez por ciento», dijo y la platea la aplaudió. Antes, aclaró entre risas que no estaba promocionando a su cuñada para que regrese a Desarrollo Social.
La vicepresidenta estuvo acompañada, además de por la gobernadora de la provincia, por el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, y por el intendente de la ciudad, Javier Belloni. Los convocó la inauguración del primer cine de la ciudad, un acontecimiento que generó emoción entre los habitantes, que fueron con banderas y bombos a recibir a CFK a las puertas del nuevo edificio. Ni el intenso frío y mucho menos la copiosa nevada los detuvo.