Miles de fieles se acercaron a la parroquia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, donde a la medianoche comenzaron a ingresar para pedir al santo de la Providencia por salud y trabajo y para agradecer las promesas cumplidas.
La imagen del patrono del pan y el trabajo fue colocada en el atrio del templo al aire libre el vienes a las 17, para que los fieles puedan rezarle o tocarla, pero mucha gente esperó hasta que se hicieran las 24 para pasar.
Los fieles formaron una fila que se extendió al menos cinco cuadras, explicó a Télam el padre Facundo Fernández Buils, quien confirmó que pasadas las 9 la misma se extendía unos 400 metros.
A diferencia del año pasado que el santuario estuvo cerrado, este año las autoridades eclesiásticas decidieron programar la celebración al aire libre, para «privilegiar el encuentro del peregrino con San Cayetano»
Desde la medianoche, la fila avanzó de forma ágil por la vereda de Cuzco en dirección sur, coordinada por policías de la Ciudad de Buenos Aires y servidores del santuario que visten una pechera amarilla con la imagen de San Cayetano.
Luego de ingresar al patio delantero del templo, en grupos de alrededor de diez personas, los fieles pueden permanecer el tiempo que necesiten para venerar la imagen.