Susana Giménez posteó en su cuenta de Instagram un video en el que aparece caminando por un parque acompañada de su hija Mercedes Sarrabayrouse, y escribió: “Todos los días hacemos con Mecha una ‘caminata recuperativa’ post covid para mejorar la capacidad de los pulmones. ¡Es increíble como cada vez se puede un poco más!”.
Susana recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus el 24 de abril en Uruguay, donde se instaló desde hace meses. “Iba a ir a Estados Unidos a ponérmela, pero no hay aviones. Para viajar con escalas, prefiero quedarme en el jardín, que es gigantesco. Estoy al aire libre, con los patos, leyendo, recibiendo amigos”, había dicho en diálogo con Jonatan Viale en Pan y Circo, por Radio Rivadavia.
El 5 de junio comenzaron a aparecer los primeros síntomas compatibles de covid-19, un día después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna Pfizer. “Tengo un dolor de cuerpo horrible. No puedo hablar”, le dijo a través de un mensaje de WhatsApp al periodista Luis Novaresio. Horas más tarde, dichos síntomas incrementaron y los profesionales decidieron que fuera traslada al Sanatorio Cantegril.
Estuvo en una sala común hasta que el equipo médico habían decidido trasladarla a una sala de terapia intermedia, para tenerla más controlada. “El cambio es parte del tratamiento para estabilizar el oxígeno que, ya dijimos, se estaba teniendo que compensar. Hasta ahora, todo lo que se está haciendo se ubica dentro del cuadro esperable de la enfermedad”, señaló entonces Dolores Mayol, la secretaria privada de Giménez y quien estuvo en todo momento en contacto con la prensa.
El pasado 23 de junio, el parte médico difundido por el Sanatorio Cantegril señalaba que la conductora seguía “respondiendo favorablemente al tratamiento” y los médicos le iban “disminuyendo lentamente el suplemento de oxígeno”. Además, “ya no contagiaba” y había comenzado la rehabilitación: realizaba “fisioterapia motora y respiratoria”.
Después de 15 días de internación, recibió el alta el 25 de junio y regresó a su mansión La Mary, su chacra Rincón del Indio, Punta del Este. “Gracias a todo el equipo del Sanatorio Cantegril. A todos los doctores amigos que se pusieron a disposición y siguieron de cerca mi recuperación. A mi familia y amigos, que se ocuparon de todo, y a la gente que con su cariño me dio fuerza y energía. Cuídense, vacúnense, usen barbijo”, posteó desde Uruguay.