El servicio de Epidemiología e Infectología del hospital Garrahan realizó tareas de atención y seguimiento durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio de 150 pacientes pediátricos con VIH, la mitad de ellos adolescentes, a los que a través de equipos interdisciplinarios se les pudo garantizar la atención y la medicación necesaria para sus tratamientos.
Así lo informó hoy el hospital, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
El centro pediátrico de referencia nacional ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, participa de las actividades por esta fecha, que tiene como objetivo informar, concientizar, prevenir y combatir los prejuicios sobre VIH, en esta ocasión bajo el lema «Solidaridad mundial, responsabilidad compartida».
«La pandemia presentó un gran desafío para todos los que realizamos seguimiento de pacientes con patologías crónicas. Tuvimos que reinventarnos, poder acompañar desde la distancia y mantener el abastecimiento de la medicación», explicó Solange Arazi, del servicio de Epidemiología e Infectología del hospital.
El proceso de seguimiento a distancia alcanzó a la mayoría de las familias, algo que el equipo de salud valora muy positivamente y que consideran que «logró fortalecer el vínculo» dejando que «el hospital» llegue a sus casas, «con respuestas y acompañamiento, en un momento muy difícil», relató la especialista a través de un comunicado.
Asimismo, precisó que una de las tareas más importantes fue garantizar la entrega del tratamiento antirretroviral a los pacientes y consignó que, para lograrlo, fue fundamental la decisión del Ministerio de Salud de la Nación de simplificar los procesos de atención.
Además, durante los primeros siete meses luego de llegada la pandemia al país, se realizaron 309 consultas, 215 de ellas de manera virtual y 94 presenciales.
«Esto permitió resolver consultas médicas puntuales, enviar recetas e información útil, y acompañar a las familias a transitar este período de mucho miedo e incertidumbre», señaló Arazi.
La infección por VIH puede dar síntomas inespecíficos, como inflamación de ganglios, fiebre de origen desconocido, otitis a repetición, diarreas recurrentes, retraso en el desarrollo madurativo y hasta poco aumento de peso.
«Estos síntomas inespecíficos son los que tenemos que tener más presentes como pediatras para poder hacer un diagnóstico oportuno, antes de que el niño presente síntomas graves, ya que el diagnóstico tardío se asocia a peor pronóstico», expresó la especialista.
«Otro de los desafíos que trajo la pandemia es justamente trabajar para recuperar todas las oportunidades perdidas en salud: debemos estar muy atentos a los detalles en cada nueva consulta, corroborar controles y serologías durante los embarazos y de los recién nacidos», concluyó.