El papa Francisco cumple este viernes 85 años en una jornada marcada por la reunión que tuvo, a modo de festejo, con un grupo de refugiados africanos y asiáticos que llegaron desde Chipre y por los numerosos saludos que recibe de líderes y figuras mundiales, entre ellos el presidente ruso, Vladimir Putin y el ex vicepresidente y referente de la derecha italiana Matteo Salvini.
Como en sus ocho cumpleaños anteriores dentro del Vaticano, el pontífice mantiene su agenda con normalidad y, pasado el mediodía romano, recibió a refugiados africanos y asiáticos que llegaron anoche a Roma desde Chipre, como parte del primer grupo de personas que serán relocalizadas en Italia con apoyo de la Santa Sede.
La iniciativa promovida por el propio Pontífice prevé que hasta 50 personas de países como Siria y Camerún puedan llegar a Italia en condiciones de seguridad para iniciar una vida nueva.
Antes del encuentro con los refugiados, el Papa participó a primera hora de este viernes de un rezo con motivo de la cercanía de la Navidad conocido en la tradición católica como «Prédica de Adviento», encabezado por el predicador capuchino Raniero Cantalamessa.
Durante el día de su cumpleaños 85, el Papa recibió además en la Sala Clementina del Vaticano las cartas credenciales de los embajadores de Moldavia, Kirguistán, Namibia, Lesotho, Luxemburgo, Chad y Guinea Bisseau.
En su encuentro con los diplomáticos, reiteró su preocupación por la pandemia y planteó que «es importante que la comunidad internacional intensifique los esfuerzos de cooperación para que todas las personas tengan un acceso rápido a las vacunas» ya que «no es una cuestión de conveniencia o cortesía, es una cuestión de justicia».