Los policías de la Comisaría 1ª de La Plata, a la que concurrieron Carolina Píparo y su marido, Juan Ignacio Buzali después de atropellar a los motociclistas, declararon bajo juramento que la legisladora y su esposo pidieron ir varias veces al baño, que allí vomitaron, que hubo que limpiar los vómitos y que ambos tenían un fuerte olor a alcohol. El testimonio de los uniformados no sólo compromete a Píparo y Buzali, sino también a los funcionarios del Municipio de La Plata, en especial al secretario de Seguridad, Darío Ganduglia, que no le hizo el test de alcoholemia a la pareja cuando correspondía.
La fiscal María Eugenia Di Lorenzo investiga, por un lado, el robo que sufrió Píparo, por otro lado, el atropellamiento posterior a los motociclistas, y ahora también una maniobra de encubrimiento que consistió en no hacerle la alcoholemia a Píparo y luego en la manipulación de los videos. A todo esto, debe sumarse que Píparo adujo que después del robo salió a buscar ayuda policial, pero se recuperaron imágenes del vehículo pasando, de contramano, a toda velocidad, frente a la Comisaría 4ª de La Plata, y no paró: siguió de largo.
El estado de ebriedad e incluso un posible consumo de drogas fue denunciado inicialmente por una vecina que increpó a Píparo y a Buzali tras haber atropellado a Luis Lavalle e Iván Coronel, dos jóvenes trabajadores. En el video ampliamente difundido, Sara, la vecina, los exhibe en imágenes llamativas: la diputada desencajada y tomando gaseosa -tal vez para reducir el grado de alcohol-, mientras Buzali se mantenía en el vehículo como ido, ausente.
Los policías declararon bajo juramento en el marco del sumario, pero esa declaración se envía a la fiscal para que la incorpore al expediente. De todas maneras, Di Lorenzo planea también tomarles declaración. Los efectivos relataron que una vez que Píparo y Buzali fueron llevados a la comisaría, después del atropellamiento, pidieron varias veces ir al baño. Se los escuchó vomitar y luego hubo que limpiar el baño, además de que los efectivos percibieron el olor a alcohol de la pareja.
Por supuesto que lo que correspondía era que les hicieran el test de alcoholemia cuando se acercaron al operativo en el que estaba el secretario de Seguridad, Ganduglia. En las imágenes tomadas por Sara, también se ve a Ganduglia en actitud de defender a Píparo -sin mucha convicción, es cierto-, pero está claro que hubo decisión de no hacerles el test de alcoholemia. La fiscal estudia ahora si no se trató de una maniobra de encubrimiento. El abogado de la legisladora, Fernando Burlando, admitió: “sí, no se hizo el test tan rápido como correspondía”. Recién le extrajeron sangre a Buzali nada menos que 30 horas después, en la mañana del domingo, y con esas muestras se está haciendo el estudio toxicológico. Los sobres con las muestras se abrirán el viernes.
Un fuerte indicio del estado que tenía al menos Buzali es que no sólo atropelló a los dos motociclistas, sino que chocó contra otros tres vehículos que estaban estacionados. Los damnificados se presentaron en la comisaría y, por supuesto, reclamarán por los daños. La evidencia indica que fue un raid descontrolado.