Hungría desató hoy una verdadera tempestad de críticas a raíz de la adopción de una ley que prohíbe la «promoción» de la homosexualidad entre menores de edad, y generó llamados a la UE para que tome cartas en el asunto.
El canciller de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo que esa legislación en Hungría era simplemente «indigna de Europa», porque «la gente tiene derecho a vivir como quiera» y remarcó que ya pasó «la edad media».
Al llegar a una reunión de ministros de Asuntos Europeos, Asselborn pidió que la Comisión Europea reaccione, y adelantó que Luxemburgo, Bélgica y Holanda habían elaborado una declaración conjunta sobre el caso,
Una fuente diplomática europea aseguró que el documento ya tenía el apoyo de una docena de países.
La normativa húngara ya es objeto de examen en las capitales europeas desde hace meses, pero el caso estalló ante la negativa de la UEFA de autorizar que un estadio de fútbol en Múnich sea iluminado con los colores del arcoíris para un partido entre Alemania y Hungría por la Eurocopa.
La prohibición será burlada por algunos edificios de la ciudad alemana que anticiparon que esta tarde adornarán sus fachadas con los colores del arcos iris.
El ministro francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, lamentó la decisión de la UEFA y opinó que la ley húngara «crea claramente una discriminación contra la orientación sexual, contra la homosexualidad, que equipara a una forma de amenaza o propaganda».
Por su parte, el viceministro alemán de Asuntos Europeos, Michael Roth, denunció disposiciones que «violan claramente los valores de la Unión Europea».
En ese mismo sentido se manifestó el ministro de Asuntos Europeos de Irlanda, Thomas Byrne, quien expresó su preocupación por un «momento muy peligroso para Hungría y para la UE», informó la agencia de noticias AFP.
La normativa húngara, aprobada la semana pasada, prohíbe la «promoción» de la homosexualidad entre los menores.
«La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años», sostiene el texto.
En la práctica, esto supondrá la prohibición de programas educativos o anuncios publicitarios que se solidaricen con minorías sexuales o de género, como por ejemplo uno de Coca-Cola con una pareja de hombres que en 2019 había suscitado llamados al boicot en este país.
Hungría, ignoró las críticas al considerarlas «fake news», en palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto.
De acuerdo con el canciller húngaro, la controvertida legislación no estaba «dirigida contra ninguna comunidad en Hungría sino solo contra los pedófilos».
«Esta ley no dice nada sobre la orientación sexual de los adultos. Ella solo dice que mientras los niños sean menores de 18 años, su educación sexual es responsabilidad exclusiva de sus padres, eso es todo», insistió
Agregó que la votación en el Parlamento húngaro era «una competencia nacional que no debe ser cuestionada».
Hungría ya está sujeta a procedimientos por parte de la UE, al igual que Polonia, por denuncias de atropellos al estado de Derecho.
En este contexto, los ministros de estos dos países deberán dar explicaciones a sus pares en la reunión de hoy.
Esta será la cuarta audiencia para el Gobierno polaco, acusado de atentar contra la independencia del poder judicial.
En tanto, será la tercera para Hungría, acusada de amenazas a la independencia de los jueces pero también de violaciones de la libertad de expresión y de los derechos de los migrantes y refugiados, en particular.
Este procedimiento se encuentra en una etapa preliminar, involucra varias etapas y, en teoría, puede conducir a la suspensión de los derechos de voto de un país dentro del Consejo Europeo, el órgano que representa a los países miembros de la UE.
Sin embargo, tal sanción requiere el voto unánime de los demás miembros, escenario imposible ya que Polonia y Hungría adoptaron un pacto de apoyo mutuo.