“¿Te venís a reunir a la empresa?”, le preguntaron y el joven respondió escueto pero seguro: “Sí, ahí quiero estar”. Asimismo, prometió que tiene ideas nuevas para implementar: “Quiero hacer el Marroc más grande y hacer un Dos Corazones… En realidad, una golosina al estilo Dos Corazones, pero con frases de Ricky”, dijo en referencia a su propio padre, Ricardo Fort.
A la vez, Felipe dice que estas cosas las viene charlando con su familia y que para algunas tiene el visto bueno, pero “para otras no”. “Y… para el chocolate de Ricky está complicado, pero lo del Marroc va más encaminado”, admitió.
También habló sobre los dichos de su primo Thomas, quien le sugirió tanto a él como a su hermana Marta que deben estudiar. “La realidad es que no tengo ningún estudio, estoy estudiando. No he terminado nada. Así que, en cierto punto, tiene razón”, admitió Felipe. Por otra parte, contó que su vuelta al país estuvo condicionada por su familia, quien le reclamó que estuviera en Buenos Aires para empezar a asumir responsabilidades en la empresa. “Eso fue complicado… Los llamé y les dije que me quería quedar unos días más (en Miami), pero me dijeron que no. Y al final, me terminaron diciendo que sí, porque soy medio gede. Querían que vuelva porque tengo cosas que hacer acá”, contó Fort.
Por otro lado, Felipe desmintió haber comprado un departamento de lujo en Miami, aunque contó que sí estuvo viendo algo del mercado inmobiliario de esa ciudad estadounidense. “No compré nada. Pero sí fui a ver porque es algo que yo quiero hacer en un futuro”, contó.
Luego lo consultaron acerca de cómo vivió la muerte de Gustavo Martínez, ocurrida en febrero pasado. “Me levanté, me llamaron, yo estaba en mi cuarto con un amigo, a punto de dormirme. Y cuando me enteré lo primero que hice, fue ir al cuarto de Martu. Ella no sabía y entonces le tuve que decir”, dijo a la vez en que contó que fue él quien le avisó a su hermana de la noticia.
Asimismo, no quiso opinar de todo lo que se habló al respecto. “Eso lo hablaré en otro momento, cuando esté preparado. El tiempo le dará la razón a quien se la tenga que dar: si estoy equivocado, me la dará a mi. Si están equivocados los otros, se la dará a los otros”, dijo Felipe, algo atropellado y confundido.