Los manifestantes de la Séptima Marcha por la Soberanía que mantenían un acampe en la ribera este del Lago Escondido fueron trasladados esta madrugada hasta la ruta 40, a la altura de la localidad de El Foyel, en buen estado de salud, con lo cual concluyó la manifestación que había comenzado el sábado pasado.
«Cumplidos los objetivos de haber puesto de manifiesto que el Lago Escondido es patrimonio de todos los argentinos, desde la conducción de la 7ma Marcha Federal por la Soberanía Nacional se ha decidido dar por concluida la misma», informaron los organizadores desde la cuenta de Twitter de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), organizadora de la iniciativa.
En un clima de algarabía, a las 3.20 de la madrugada de hoy, unos 60 militantes de la columna 2 de montaña denominada «Juana Azurduy» llegaron en micros y camionetas a la ruta 40, a 15 kilómetros de la localidad de El Foyel, en uno de los ingresos a la estancia del magnate inglés Joe Lewis, bajo la presencia de una veintena de efectivos de la policía de Río Negro.
Anoche, los organizadores de la marcha acordaron con el gobierno de Río Negro el traslado de los manifestantes que mantenían el acampe en la ribera este del Lago Escondido, a metros de la mansión del magnate británico Joe Lewis, y con la llegada de los manifestantes anunciaron la finalización de las actividades que se iniciaron hace una semana.
Desde la organización informaron que todos los participantes de la columna de montaña se encuentran en «perfecto estado de salud», mientras que los integrantes de la columna del camino público de Tacuifí «que fueron arteramente atacados mientras transitaban el mismo, se encuentran atendidos y fuera de peligro».
Una tercera columna se dirigió al aeropuerto privado de Joe Lewis en Sierra Grande y «también cumplió su objetivo de visibilizar esta gran problemática», según indicaron.
«Agradecemos a todas las organizaciones participantes y al pueblo argentino por su lucha, por apoyar esta causa de soberanía nacional y recuperar el sentimiento patriótico. Las Malvinas son argentinas y el Lago Escondido también», sostuvieron desde la cuenta de Twitter.
Los manifestantes fueron trasladados en micros de larga distancia y camionetas hasta la ruta 40, donde los esperaban –en un clima de algarabía– unos 600 militantes y dirigentes de distintas organizaciones que componen la marcha nacional, que portaban banderas argentinas y pancartas.