El ministro de Economía explicó cuál va a ser la política cambiaria del gobierno nacional y descartó una suba brusca del dólar oficial.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que no habrá saltos devaluatorios en la Argentina luego de conseguir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de 44.000 millones de dólares contraídos por la gestión de Mauricio Macri.
«No va a haber ningún salto cambiario. La política cambiaria va a seguir en el mismo camino en que se está llevando a cabo y se plantea un objetivo de acumulación de reservas internacionales para crear resiliencia en el frente externo y para contribuir en un mayor estabilidad de las expectativas», indicó Guzmán.
En una conferencia de prensa desde el Palacio de Hacienda, Guzmán sostuvo que otro de los objetivos es reforzar las reservas del Banco Central y crear un sistema de estabilidad para evitar que los cambios en los mercados impacten en la Argentina. «Buscamos que haya un crecimiento de 5.000 millones de dólares de las reservas en un año», indicó Guzmán.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández sostuvo en el anuncio del acuerdo desde la Quinta de Olivos que el entendimiento «no prevé saltos devaluatorios». En las primeras operaciones, el dólar operaba con una fuerte baja tras los anuncios. El dólar blue abrió el viernes a $217, 6 pesos menos que el jueves.
El presidente destacó que lograron llegar a un entendimiento sin que se limite el gasto, ni tampoco tengan la necesidad de imponer ajustes a la jubilaciones o la inversión.
«Quiero anunciarles que el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Sufríamos un problema, y ahora tenemos una solución. Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer», afirmó Alberto Fernández.
El presidente luego destacó que el acuerdo no impone una reforma laboral, ni tampoco recortes en la política de jubilaciones. «Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero. No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología», indicó.