Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpi, ministro de Gobierno de Estado Plurinacional de Bolivia, confirmó que tienen identificado a un uniformado argentino que habría coordinado la entrega de las 70.000 balas antitumulto que llevó la Gendarmería a Bolivia.
El funcionario también explicó que esperan informes de la Fuerza Aérea para determinar si el material represivo enviado por la gestión de Mauricio Macri fue empleado en dos masacres y confirmó que existe un registro de que 26.900 cartuchos ingresaron a la Policía de Bolivia.
“Aquí tenemos certeza es que hay armamento que llegó de manera ilegal a través de un tráfico ilícito de armas. Una gran cantidad de ellas fue a parar a la policía boliviana, la cual no se utilizó porque estaba muy escondida. Estamos esperando los informes de la Fuerza Aérea para ver si el material argentino se ha utilizado en las represiones y las masacres de Senkata y Sacaba”, confirmó el ministro.
El funcionario aseguró que “el registro del gobierno argentino nos versa que habrían salido 70.000 cartuchos de goma. Esto nunca fue internado legalmente a nuestro territorio nacional. Vamos a seguir investigando esto porque tenemos conocimiento que 26.900 fueron a parar a la Policía boliviana, 40.000 a la Fuerza Aérea y estamos investigando adónde fue a parar la diferencia”.
“En un gobierno democrático, las fuerzas armadas no participan de la represión al pueblo, lo que ha sucedido en el período de noviembre de 2019 hacia adelante ha sido un golpe de Estado, apoyado por un grupo de las fuerzas armadas. Sí ha existido una represión no sólo con cartuchos de goma sino con municiones de guerra”, indicó Del Castillo a Pagina 12.
Con respecto a la persona argentina que entregó el armamento, aseguró que tienen identificada a la persona: “Estamos buscando los reportes, cámaras de seguridad y hacer un seguimiento de lo que sucedió el 13 de noviembre de 2019, tanto en los hangares de la Fuerza Aérea como en el exhotel Radisson de la ciudad de La Paz para ver si es la persona que hemos recibido los reportes de inteligencia. Una vez que confirmemos la identidad y tengamos la certeza sobre ello comunicaremos tanto al pueblo boliviano como al pueblo argentino de quién se trata, y agregó: “No sabemos si era militar, policía o de la Gendarmería argentina. Era un uniformado”.