El Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, declararon este martes la «emergencia ígnea en todo el territorio nacional» por un un año, en función del riesgo extremo de incendios de bosques y pastizales, mientras unos 300 brigadistas y 17 medios aéreos trabajan denodadamente para controlar los incendios en la Patagonia, en zonas del Parque Nacional Nahuel Huapi, la Comarca Andina y Aluminé.
El secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, consideró que hay «un escenario que puede tender a repetirse de manera recurrente en el tiempo, es decir, un periodo de sequías prolongadas, de corrimiento de las temporadas secas en cada estación y de temporadas sin lluvias».
«Muy probablemente, como resultado del cambio climático, puedan presentarse temporadas de fuego a lo largo de todo el año, situación que implica un abordaje muy diferente al que veníamos teniendo hasta ahora”, advirtió.
El funcionario explicó que, en este contexto, será necesario “trabajar con un énfasis diferente y más profundo en las políticas de prevención. Las políticas del combate contra el fuego en situaciones climática adversas y con tanto material combustible en el suelo, resultan ineficientes más allá de todos los recursos a disposición que se pongan”.
Y agregó que “la necesidad de trabajar en la prevención es esencial, entendiendo por esta acción la reducción de las condiciones que favorecen la llegada y la posterior propagación de los incendios una vez que la temporada de fuego ya está lanzada”.
Respecto a la tarea realizada desde el Estado, Federovisky dijo que se hizo «un esfuerzo colosal en materia institucional para recuperar el Servicio Nacional del Manejo del Fuego para el Ministerio de Ambiente y para dotar a ese sistema de los recursos económicos que jamás tuvo ni tendría mediante los mecanismos habituales de presupuesto oficial”.