El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le pidió al Poder Ejecutivo que se conforme una mesa de trabajo para negociar el traspaso de las líneas que circulan en la Capital. Dijo que la ciudadanía no está en condiciones de absorber el aumento que provocaría la quita de subsidios anunciada por el gobierno nacional
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos le pidió públicamente al gobierno nacional la conformación de una mesa de trabajo para negociar el traspaso de las 31 líneas de colectivos que circulan en la Capital Federal y dejarán de ser subsidiadas el 1° de septiembre, según anticipó el Ministerio de Transporte de la Nación.
“Esperamos un marco de diálogo para que el gobierno no se retire de ese subsidio porque como mas de una vez el Presidente ha dicho la ley de gravedad existe y si no hay subsidio o las empresas van a colapsar o la tarifa van a aumentar y ninguna de las dos cosas son buenas”, aseguró Jorge Macri al lanzar un nuevo programa de enseñanza de inglés.
Al ser consultado sobre la polémica -que ya provocó una declaración de las empresas de colectivos sobre posibles interrupciones en el servicio-, el mandatario porteño informó que la intención de su gestión es continuar pagando la porción de subsidio que abona actualmente (en torno al 55%) e inició diálogos político y técnico con el Poder Ejecutivo para iniciar una discusión que derive en el traspaso de las 31 líneas que circulan por Capital pero están bajo la órbita directiva del Ministerio de Transporte de la Nación.
“Estamos hablando con el gobierno para que no retire el subsidio de su porción de la tarifa porque es un momento en que la gente no está en condiciones de absorber un aumento de esa magnitud”, sentenció Jorge Macri en un acto que compartió con su vicejefa, Clara Muzzio, y autoridades del área educativa.
Para entender la raíz del conflicto, hay que retrotraerse a un anuncio realizado por el Poder Ejecutivo Nacional, que anticipó que a partir del 1° de septiembre no sólo dejará de subvencionar a las 31 empresas de jurisdicción porteña, sino también dejará pagar los subsidios por el boleto integrado de la Red SUBE en las líneas del AMBA.
La medida implicará un impacto en el bolsillo de muchos usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en particular los que realizan más de un viaje de ida o de vuelta en su jornada, y en las empresas advierten que puede poner en riesgo la continuidad del servicio. El ahorro del Tesoro nacional sería de unos $15.000 millones mensuales.
“En el marco del ordenamiento de subsidios al transporte, el Gobierno Nacional definió terminar con los favoritismos hacia algunas jurisdicciones en relación a los recursos destinados a financiar al transporte y garantizar el federalismo y la igualdad de condiciones en todos los distritos”, informó el Ministerio de Transporte a través de un comunicado.