Joven agredido en Clásico del Lago relató la impactante experiencia de extirpación testicular tras violento incidente en el fútbol. “El especialista diagnosticó una inflamación debido a coágulos de sangre acumulados”, dijo a Elonce
Martín Wallingre, de 33 años y uno de los jugadores más experimentados del equipo de Independiente, sufrió un grave golpe en los genitales por parte de un jugador de Santa Ana durante la segunda mitad del juego. Sorprendentemente, el agresor no recibió ni siquiera una amonestación por parte de los árbitros.
Wallingre habló con Elonce sobre el incidente y su recuperación. «Lo peor ya pasó, estoy en proceso de recuperación. Aunque debo permanecer sentado o acostado durante los primeros diez días después de la cirugía, creo que lo peor ya ha pasado», comentó.
Sobre la agresión, Wallingre relató: «Como se puede ver en las imágenes, fue una jugada en el área. Yo le quité la pelota al rival, quien se tiró al suelo pidiendo un penal. Le reclamé que había simulado la falta, y en respuesta, me golpeó en los genitales. Después de esa jugada, estuve varios minutos en el suelo, recibiendo atención médica, y luego regresé al partido con un dolor soportable».
«Terminó el partido, fui a casa y le dije a mi esposa que me acostaría. Tomé un analgésico para aliviar el dolor y me acosté a descansar. Durante esa noche, pude descansar bien. Sin embargo, a la mañana siguiente, cuando me levanté para comenzar la semana como de costumbre, sentí un dolor que solo podía soportar estando acostado», explicó.
Wallingre consultó a un urólogo después de 24 horas. El especialista diagnosticó una inflamación severa del testículo debido a coágulos de sangre acumulados y advirtió sobre la necesidad de cirugía para limpiarlos y evaluar su estado. Se consideró la posibilidad de extirpar el testículo si había sufrido una ruptura, que, finalmente, se procedió a la extirpación debido a la gravedad de la lesión.
En cuanto al proceso legal, Wallingre comentó: «Todo ha sido muy repentino debido a mi salud. Necesito recuperarme. El jugador que me agredió no se comunicó conmigo en ningún momento, y tampoco lo han hecho los dirigentes. Solo el director técnico y algunos jugadores se han puesto en contacto».
En términos deportivos, el tribunal actuó de oficio y suspendió al agresor de manera preventiva hasta que se dicte la sanción definitiva.
Respecto a las secuelas, Wallingre mencionó: «Tengo que esperar y realizar más estudios para evaluar cómo evoluciona mi salud. Es necesario determinar si el golpe solo afectó esa área o si también causó daños en otras partes del cuerpo. El médico me aconsejó darle tiempo a la recuperación».
Wallingre, además del fútbol, trabaja en una empresa familiar dedicada a la quinta cítrica y al galpón de empaques.