casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres al aborto, con lo que dejó en manos de cada estado la postestad de autorizarlo o no. Veintiseis de los 50 estados ya han aprobado o aprobarán leyes que prohíben el aborto, mientras que otros han promulgado medidas estrictas que regulan el procedimiento.
«La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho», escribió el juez Samuel Alito, en nombre de la mayoría, en la Corte. Roe v. Wade «debe ser anulado», añadió.
«Es hora de devolver el tema del aborto a los representantes elegidos por el pueblo», a los parlamentos locales, escribió Alito, un mensaje muy parecido al que se filtró en mayo pasado en los medios provocando importantes manifestaciones en todo el país. Desde entonces la situación era tensa en las inmediaciones del alto tribunal, acordonado por las fuerzas de seguridad para mantener a distancia a los manifestantes.
Por su parte, los jueces Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, en una opinión disidente conjunta, criticaron duramente a la mayoría y lamentaron la decisión.
«Con tristeza, por esta Corte, pero más por los muchos millones de mujeres estadounidenses que hoy han perdido una protección constitucional fundamental: disentimos», sostuvieron según consignó la cadena de noticias CNN.
La sentencia es el resultado de un esfuerzo realizado durante décadas por los críticos del aborto, que buscan devolver más poder a los estados, y que se pudo materializar gracias a la sólida mayoría conservadora que quedó en la Corte Suprema tras el paso de Donald Trump por la Casa Blanca.