El hecho ocurrió el viernes 13 de agosto pasado en el frente de una vivienda ubicada sobre la calle Los Andes al 2500, entre Malabia y Colombia. Eran las 19:12 cuando Diego y su hija Martina salieron de casa y se subieron a su Volkswagen Gol Trend que estaba estacionado sobre la vereda. Según se observa en el video, parecía una noche tranquila y no se notaba nada extraño. Pero todo estaría por cambiar en cuestión de segundos.
El papá primero acomodó a su hija en la parte trasera y luego se subió él para arrancar el auto. De repente, un auto de color rojo se detuvo detrás del Trend de Diego para evitar que saliera. De su interior descendieron cuatro hombres armados. Uno se dirigió directamente a la puerta del conductor y lo bajó violentamente. Diego no opuso resistencia mientras dos de los ladrones le vaciaban los bolsillos.
Martina, del otro lado del vehículo, también fue bajada en medio de amenazas. Por fortuna no la lastimaron y apenas caminó alrededor del auto mientras veía cómo parte de la banda concretaba el robo. Su papá a esa altura ya estaba de rodillas tirado sobre la vereda.
Uno de los delincuentes le dio un culatazo en la cabeza que no le ocasionó mayores heridas, aunque sí logró reducirlo. Apenas pudo, el hombre llamó a su hija para que se acercara y terminaron ambos fundidos en un abrazo. El peligro había terminado pero la conmoción en ambos se mantendría. De fondo, se llega a ver cómo ambos autos (el de las víctimas y en el que llegaron los ladrones) doblaban por la esquina y huían con rumbo desconocido.
“Sentí un alivio porque quería bajarla, pensé que me la llevaban. Mi desesperación era bajarla, aunque me pegaran la iba a bajar. Me dieron un culatazo, no llegó a ser fuerte, justo tenía la gorra que amortiguó el golpe. Martina estaba llorando, me abrazaba y no la podía calmar. Por lo menos ya se habían ido y era un alivio”, expresó Diego a Telefé.