El anuncio de la oposición chilena de iniciarle un juicio político al presidente Sebastián Piñera por su presunta vinculación con la venta de una minera a través de paraísos fiscales revelada en la investigación de los Pandora Papers, suma tensión política a menos de 60 días de la elección presidencial, aun cuando tenga más una finalidad de golpe de efecto político que visos de concretarse realmente.
Parlamentarios opositores anunciaron que preparan una acusación contra el jefe de Estado por entender que se vulneró la imagen de la Nación al haberse involucrado en la venta de la minera Dominga en las islas Vírgenes Británicas en 2010, mientras ejercía su primer mandato presidencial.Ello representaría un conflicto de intereses, que el presidente descartó, aunque también deberá enfrentar una causa judicial por este tema.
Javier Couso, abogado constitucionalista de la Universidad Diego Portales, consideró que la iniciativa que impulsa la oposición es habitual en países con regímenes presidencialistas, pero aclaró que difícilmente se concrete porque en Chile estos procedimientos requieren el apoyo de dos tercios de los votos en el Senado.
Y además de la cuestión matemática -el juicio político requerirá el apoyo de al menos 29 senadores, cifra que la oposición no tiene con votos propios-, está la proximidad con las elecciones del 21 de noviembre.»El proceso toma aproximadamente un mes, lo que significa que el presidente estaría siendo destituido un par de semanas antes de la elección», conjeturó.