Entre una performance teatral y recital de música en vivo, se presentó en el Centro Cultural Bartolina de Morón, el libro que relata la vida de Julieta Lanteri, la primera sufragista de la Argentina. Gabriel Russo estuvo acompañado por la Dra. Gabriela Piovano, prologuista de la obra.
La singular exposición se inició con una puesta en escena de un pasaje de la vida de la médica italiana (interpretada por Susana Martino) quien reunida con sus compañeras de causa, Salvadora Ondurria y Adelia Di Carlo (Mercedes Canosa y Ada Dauria), proclama las razones de su petitorio ante las autoridades electorales para poder votar y ser candidata en igualdad de condiciones que los varones.
-“Hay que derribar la muralla china del prejuicio. Arden fogatas de emancipación femenina venciendo rancios prejuicios. Estamos en pleno siglo XX. Ha llegado la hora de no implorar más por nuestros derechos. Los derechos no se mendigan, se conquistan. Más allá de lo biológico, ¿qué diferencia existe entre un hombre y una mujer? Y si no existe diferencia alguna porque no hay igualdad de derechos. Hay que cambiar ese Código Civil que nos considera a las mujeres débiles o menores para impedir nos actuar en política y votar. Cuando sea diputada velaré por todas ustedes y sus hijos. Impulsaré leyes que reconozcan los derechos de los hijos extramatrimoniales, esos niños que los canallas llaman ilegítimos, los ilegítimos y cobardes son esos hombres que no reconocen su paternidad. Su voto me llevará al Congreso. No hay Patria sin Justicia”, arenga Julieta en la performance.
Salvadora y Adelia consienten las razones de la dirigente. De hecho, en 1919 Julieta logra presentarse como candidata para ser diputada. Obtuvo apenas 1730 votos, y si bien no accede a una banca, su figura y sus ideas ya tenían un alcance notable.
Nunca abandonó la lucha, fue la 5° mujer en recibirse de médica en la Argentina, la primera mujer en votar, 36 años antes de la sanción de la ley de voto femenino. Organizó el Congreso Femenino Internacional porteño y creó el Partido Feminista Nacional.
El 23 de febrero de 1932, Lanteri fue atropellada por un auto en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha, en Capital Federal. El relato de su muerte habla de un accidente de tránsito. Sin embargo, el libro de Gabriel Russo revisa el caso y echa por tierra la versión oficial.
- Me voy, se me hace tarde, un auto me espera. El conductor no sabe, creerá matarme y seguiré viva, seré una calle, una estación de subte y un libro”, finaliza Julieta en el escenario recibiendo la ovación del público.
Acto seguido, Gabriel Russo y Gabriela Piovano brindaron detalles de la novena novela del escritor. Piovano agradeció la posibilidad de estar presente en una obra que relata la vida de una colega con la que se identifica “como Julieta, siempre voy para adelante y no me detengo ante nada”, aseguró la médica que está al frente del área de Infectología del Hospital Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires.
Felicitó al autor de animarse a novelar las historias de mujeres que dejaron un gran legado y que el sistema siempre silenció. “Las cosas hay que decirlas como fueron y como son. Es saludable”.
El público aprovechó y consultó a Piovano por su papel durante la pandemia. La médica cobró notoriedad por hacer frente a la mala información que los medios hegemónicos brindaban durante el flagelo que la humanidad padeció en 2020. Gabriela Piovano se ganó el título de “la médica del pueblo”, e incluso realizaron un documental sobre su vida y labor sanitaria.
En tanto, Gabriel Russo, luego de los agradecimientos de rigor, reiteró su pasión por la historia argentina “Soy un ratón de biblioteca, siempre consultando todos los diarios porque lo más divertido para mí es trazar el contexto de una historia. Me gusta porque lo que pasó ayer va a pasar hoy”.
En cuanto al libro, “cualquier diario de la época dice que Julieta Lanteri murió en un accidente. Ella era una mujer que molestaba al sistema, era una médica que si tenías plata te cobraba y a quien no tenía no le cobraba; que ponía un cartel ‘los viernes no se cobra’. No hay que olvidar quien gobernaba en los años ‘30, durante la década infame. Me fui al lugar del hecho, intenté recrearlo y no quedan dudas que el automovilista, integrante de la Liga Patriótica, provocó el supuesto accidente”.
La distintiva noche tuvo su cierre acorde con la talentosa cantante y compositora María Eugenia Díaz.
Hija del querido y recordado folklorista Coco Díaz, María Eugenia es autora de numerosos temas grabados por grupos y solistas como Soledad, Marcela Morello, Los Tekis, etc.
Desde marzo de 2020, coordina la Colectiva de Compositoras y Autoras “Las Cumparsitas”, que tiene el propósito de visibilizar la obra de compositoras mujeres y transgénero de todo el país. Uno de los temas elegidos fue “Triunfo de las descentradas” donde hace mención al legado de Julieta Lanteri y todas las pioneras de la emancipación feminista argentina, entre otros.
