Ignacio Lula da Silva le brindó una entrevista exclusiva a Télam y la TV Pública, poco antes de regresar a Brasil.
¿Cuáles son sus prioridades y cuál va a ser su rol en este decisivo 2022?
-Lula: Mi papel es intentar organizar las fuerzas de izquierda y las fuerzas democráticas con el objetivo de terminar con el actual gobierno de extrema derecha. Aunque en realidad Brasil no tiene gobierno. Tengo un enorme deseo de recuperar a Brasil. Cuando yo gobernaba, era la sexta economía del mundo, crecía de manera extraordinaria, generaba muchos empleos y las personas eran felices. Y eso vale para Brasil y para América latina. Si soy candidato y gano las elecciones intentaré reorganizar a Sudamérica porque hay algo sagrado: tenemos que convenceros de que individualmente nosotros somos frágiles y débiles. Tenemos que unirnos en un programa de desarrollo, involucrando a universidades, empresarios, sindicatos, y creando instituciones multilaterales fuertes, para hacer un contrapeso a la guerra fría entre Estados Unidos y China. Debemos recuperar posibilidades y hacer diferencia como bloque. Sueño con eso.
-¿Cuáles serían las bases de esa alianza para Brasil y cuáles los límites?
-Los límites a la construcción de esa alianza es la defensa de los principios democráticos. Y la alianza se construirá en base a un programa que despierte en el pueblo trabajador la seguridad de que la economía va a crecer y que tendrá más empleo y que va a disfrutar los beneficios de ese crecimiento. Yo tengo un compromiso. Sé que es una gran responsabilidad porque si vuelvo a ser presidente debo hacer más de lo que hice y también más de lo que fue mi contribución a la integración de Sudamérica.
-Para los sectores progresistas, América latina es hoy una región en disputa, que presenta señales esperanzadoras. En este contexto, ¿qué políticas estructurales piensa para el largo plazo y cuáles son las coyunturales?
-En el comienzo de mi gobierno (por el año 2003), la gran discusión que había en América del Sur era la implementación del ALCA. Pero no era posible aceptar el ALCA porque no tenía en cuenta a los países más chicos, era casi un acuerdo netamente entre la industria brasileña con la industria norteamericana. En aquel momento, todo el flujo comercial con Argentina era de sólo 9000 millones de dólares. En el 2011 nosotros ya teníamos 39.000 millones de dólares (de flujo comercial con Argentina), o sea 30.000 millones más. Y ahora sólo tenemos 16.000 millones. Es muy poco. Es necesario que los países más grandes ayuden a los países más chicos facilitando el comercio, haciendo que las empresas puedan instalarse en los países, y producir para exportar para nosotros mismos.
-Una alianza electoral no es lo mismo que una coalición de gobierno. ¿Cuáles serían los ejes de esa coalición a la hora de gobernar?
-Yo tengo un problema. Sólo puedo volver a ser presidente de Brasil para mejorarle la vida al pueblo. Tengo que crear más empleo, terminar con la desigualdad. Ya lo hicimos una vez y podemos hacerlo de nuevo. Tengo un lema: una cosa es poco dinero en la mano de muchos, eso se llama distribución de riqueza; otra cosa es mucho dinero en la mano de pocos, se llama concentración de la riqueza. El éxito de Brasil y de la Argentina es hacer que los pobres tengan recursos para que se conviertan en trabajadores y consumidores, y cuando el pobre se convierte en consumidor, cuando puede comprar comida, ropa, un auto, y la economía avanza. Los pobres son la solución, no el problema. Tengo esa misión en mi consciencia. Mejorarle la vida del pueblo. El pobre tiene que estar en el presupuesto. Cuando el Gobierno se sienta en la mesa para elaborar el presupuesto tiene que saber cuál es la parte de los pobres. Porque si se lo deja a lo último, esperando ver lo que sobra, no va a sobrar nada. Sé que si gano las elecciones voy a tener un año para trabajar con Alberto Fernández y vamos a poder probar que seremos capaces de presentarle al mundo una propuesta de desarrollo que pueda darle dignidad a nuestros pueblos. Tenemos que crecer haciendo que el pueblo crezca. Nadie quiere que las personas permanezcan como pobres, lo que nosotros creemos es que salgan de la pobreza, se conviertan en clase media y puedan consumir lo que producen. Ese es el sueño de todos y es mi sueño.