No solo reconoció haberlo hecho, también recurrió a un argumento tradicional en estos casos: recordó que el represor había llegado a su banca en el Congreso por la voluntad popular. No se tomó el trabajo de recordar que después ese mismo Congreso le impediría retomar su banca y que moriría degradado y condenado por una larga lista de crímenes de lesa humanidad.
Milei se hizo famoso plagiando a los economistas de la ultraliberal “escuela austriaca” y le encanta citar autores de medio pelo para sostener sus posiciones “libertarias”. La revelación surgió en medio de un debate sobre el empleo público que el propio Javier Milei había planteado. En una aparición en Telefé, dejó planteada una pregunta para el candidato del Frente de Todos porteño, Leandro Santoro, que asistiría al mismo canal al día siguiente: “¿Alguna vez laburaste en el sector privado, parásito?”
En su respuesta, Santoro contó que “Milei también fue empleado público. La diferencia es que lo fue en la gestión del general Antonio Domingo Bussi. “Por ahí los pibes no saben quién fue, fue gobernador de facto, genocida, terminó condenado por violaciones a los derechos humanos, secuestró, mató, violó, torturó, se quedó con los bienes y la vida de miles de argentinos. No da hablar de la defensa de la libertad habiendo sido parte de eso”.