El ranking lo encabeza la ciudad bonaerense de Bahía Blanca con 40,6 grados, apenas una décima por encima de Paso de los Libres, en Corrientes. Hay 12 provincias bajo alerta rojo.
En tanto, en el departamento santafesino de Sunchales la temperatura alcanzó los 40,4; una décima más que los 40,3 que se advirtieron en Resistencia, Chaco y en Reconquista, Santa Fe, mientras que las capitales de Santiago del Estero y de Corrientes registraron 40,2 grados y Las Lomitas en Formosa, 40.
Alertas
En este marco, y ya con casi una semana de temperaturas muy elevadas, el SMN emitió una advertencia de nivel rojo para las provincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa, San Luis; este de Neuquén, noroeste de Río Negro, oeste de Córdoba, sudeste de Jujuy y gran parte de Entre Ríos.
Esta categoría afirma que las marcas térmicas son consideradas «muy peligrosas» ya que pueden tener un «efecto alto a extremo en la salud» de «todas las personas, incluso a las saludables».
Asimismo, la Ciudad de Buenos Aires, Salta y varias localidades de Córdoba, del sur de Mendoza, del noroeste de Buenos Aires y del oeste de Neuquén están bajo alerta naranja por las altas temperaturas, lo que significa que «pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo» y tener un «efecto moderado a alto en la salud».
También rige un alerta de nivel amarillo para decenas de localidades de las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Misiones y Buenos Aires, lo que establece que las marcas térmicas «pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas».
Un fenómeno «extraordinario»
Esta sucesión de días con temperaturas tan elevadas es un fenómeno meteorológico “extraordinario”, según precisó el SMN y provocó que muchas ciudades de la región central y del norte patagónico entren en una “ola de calor”, término para el que se deben superar los umbrales establecidos para cada distrito y mantenerse por arriba de los mismos durante al menos tres días consecutivos.
Según este criterio, la ciudad de Buenos Aires, aún no “ha entrado en ola de calor, pero es probable que, de cumplirse las temperaturas que estimamos lo haga en los próximos dos días”, precisó Cindy Fernández, meteoróloga.
La especialista advirtió que recién “a partir del sábado” se logrará advertir “un descenso significativo” en las marcas térmica, esto sucederá con el avance de un frente frío desde el sur patagónico que irá trasladándose a lo largo del día, para llegar hacia la noche o madrugada del domingo hasta el centro del país.
“Ese frente va a tardar un poco más en llegar al norte argentino, por lo que el inicio de la semana que viene, en el norte del país seguirá registrando temperaturas elevadas”, advirtió la especialista.
Las temperaturas máximas previstas a partir del domingo serán «más bajas, inferiores a los 30 y las mínimas a los 20 en la región central y el norte patagónico», precisó la meteoróloga y añadió que se prevén «algunas precipitaciones para el domingo en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa».
«Esta vez, las precipitaciones sí estarán asociadas a un cambio de masa de aire, es decir que vamos a experimentar un alivio en cuanto al descenso de las temperaturas y la semana que viene comenzará una serie de jornadas más frescas, con marcas térmicas que incluso pueden estar por debajo del promedio para esta época del año», apuntó.